Crítica: Il Trittico, de Puccini (Festival de Múnich)
IL TRITTICO, de Giacomo Puccini
Múnich, 14 Julio 2018
José M. Irurzun
La Bayerische Staatsoper ha tenido la buena idea de ofrecer en su Festival de Julio estas tres joyas operísticas de Puccini, lo que nos ha permitido disfrutar de una buena producción escénica, una delicada e insuperable dirección musical y un reparto de altura, que es exactamente el mismo que el que se ofreciera cuando se estrenara esta producción aquí el pasado mes de Diciembre.
La producción se debe a Lotte De Beer y ofrece un escenario simple y prácticamente único para las tres óperas. La escenografía se debe a Bernhard Hammer y ofrece un espacio reducido cerrado por paredes curvas, desarrollándose la acción en la parte anterior. Vestuario adecuado de Jorine Van Beek, que brilla en Gianni Schicchi, cuya acción se desarrolla en la Edad Media como manda el libreto. Muy buena la iluminación de Alex Brok a lo largo de las tres óperas.
Algunos elementos hacen ver en Il Tabarro que estamos en una gabarra, comenzando la ópera con el entierro del hijo de Giorgetta y Michele, lo que nos sitúa muy bien en la trama desde el principio. En Suor Angelica se da una gran intensidad al enfrentamiento de la protagonista y la Zia Principessa, resolviendo de modo brillante el final de la ópera, con la muerte de la protagonista. Finalmente, se añaden elementos escénicos para dar vida a Gianni Schicchi, destacando la excelente dirección de escena, brillando en este sentido todos los personajes, tanto los principales como los secundarios.
Al frente de la dirección musical estaba una vez más Kirill Petrenko y su lectura fue impresionante, de una delicadeza inimaginable en las dos primeras entregas para ofrecernos una divertidísima lectura en Ginanni Schicchi. Un gran director siempre lo es, independientemente del género de música que dirija. Y este es el caso de Kirill Petrenko. Si en ópera alemana es insuperable, no me atrevo a apuntar si alguien le puede superar en ópera italiana. Al menos, en lo que a Puccini y a este Tríptico se refiere. Simplemente, insuperable. ¡Grande, Kirill Petrenko!
Vayamos al reparto vocal, que lo analizaré por cada ópera:
Il Tabarro
Eva-Maria Westbroek fue una convincente Giorgetta. Su mayor problema suele estar en las notas altas, pero aquí no son muy exigidas y todo fue positivo en su actuación, aparte de ser una estupenda intérprete escénica.
Brillante y adecuado el tenor Yonghoon Lee como Luigi, con una voz bien timbrada y adecuada al personaje, aunque se echa en falta un timbre más latino. Cuestión de gustos…
Buena también la actuación de Wolfgang Koch en la parte de Michele, muy humano y sentido a lo largo de toda la ópera. En los personajes secundarios lo hicieron bien Claudia Mahnke como La Frugola, Kevin Conners como Tinca y Martin Snell como Talpa. Bien también Dean Power como Vendedor Ambulante. Correctos Pavol Breslik y Rosa Feola en su corta intervención como Jóvenes Enamorados.
Suor Angelica
Triunfo de Ermonela Jaho como Suor Angelica. No me convenció su arranque, ya que me pareció muy exagerada, pero se centró y acabó ofreciendo una interpretación emocionante y bien cantada, como tiene que ser Suor Angelica. Muy buena su interpretación de ‘Senza mamma’.
Intensa y muy bien interpretada la Zia Principessa por parte de Michaela Schuster. El resto de personajes secundarios fueron bien cubiertos. Claudia Mahnke fue una intachable Abadesa .
Gianni Schicchi
Muy en su sitio y muy adecuado Ambrogio Maestri como Gianni Schicchi. Es en estos personajes bufos donde brilla el barítono italiano y lo ha vuelto a demostrar una vez más. Buena también la prestación de Rosa Feola como Lauretta, cantando con brillantez y mucho sentido su aria ‘O, mio babbino caro’. Pavol Breslik lo hizo bien como Rinuccio, aunque le he visto actuaciones vocales más brillantes en el pasado.
Los personajes secundarios lo hicieron estupendamente. Entre ellos estaban Michaela Schuster como Zita, Martin Snell como Simone, Donato Di Stefano como Maestro Spinelloccio y Jennifer Johnston como La Ciesca.
El Nationaltheater había agotado sus localidades, como ocurre siempre que dirige Kirill Petrenko. El público se mostró encantando con el resultado de la representación y dedicó una recepción triunfal a los artistas en los saludos finales. Todos recibieron su ración de sonoros bravos, particularmente Kirill Petrenko, Ermonela Jaho y Ambrogio Maestri.
La representación comenzó con los cinco minutos consabidos de retraso en Múnich y tuvo una duración de 3 horas y 15 minutos, incluyendo un intermedio al final de Suor Angelica. La duración musical fue de 2 horas y 37 minutos. Il Tabarro duró 54 minutos, Suor Angelica 52 minutos y Gianni Schicchi 51 minutos. Once minutos de ovaciones intensas. La localidad más cara costaba 163 euros, habiendo butacas de platea desde 91 euros. La localidad más barata con visibilidad plena costaba 39 euros.
Fotos: W. Hösl
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