Fallece el director de orquesta Michael Gielen
El pasado viernes 8 de marzo fallecía en su casa a causa de una neumonía el director y compositor alemán Michael Gielen
Michael Gielen, definido como uno de los mejores directores de orquesta de la escena contemporánea, falleció el viernes 8 de marzo a los 91 años en su casa de Innerschwand-am-Mondsee, víctima de una neumonía.
Gielen nació el 20 de julio de 1927 en Dresden. Su padre, Josef Gielen, fue un reconocido director teatral, responsable del montaje de los estrenos absolutos Arabella y La mujer silenciosa de Richard Strauss. Su madre, Rose Steuermann, fue una conocida y demandada actriz. El origen judío de su madre obligó a la familia a emigrar a Argentina en 1938, tras pasar por Berlín y Viena.
En Buenos Aires, el joven Michael estudio piano y composición y fue asistente de dirección en el Teatro Colón. Allí entró en contacto con maestros como Wilhelm Furtwängler, Karl Böhn y Erich Kliber. También en la capital porteña, Gielen se presentó como solista con 22 años en un concierto en el que interpretó la integral de la obra para piano de Schönberg, compositor por quien sintió una especial admiración e influyó en su producción.
A su vuelta a Europa, la familia Gielen se instaló en Viena en 1951. Desde 1954 y durante 6 años, Michael Gielen fue el director asistente en la Staatsoper de la capital austriaca. Finalmente, asumió en 1965 el cargo de director principal de la Ópera de Estocolmo en 1965.
A pesar del trabajo del gran repertorio romántico y el clásico vienés, la obra del siglo XX fue su prioridad de por vida: “Creo que es mi deber interpretar las obras de nuestros días porque el arte es un reflejo de los conflictos de hoy”, declaró en una entrevista en 1995. Durante la década de los 70, Gielen ocupó cargos directivos en las Óperas de Bélgica y Holanda, pero será su trabajo en la Ópera de Frankfurt – nombrado director musical en 1977 – en el que dé muestra de sus principios y desafía a la crítica.
Si bien aprendió de su tío, Eduard Steuermann, el pensamiento de Schönberg – el conocimiento profundo de la partitura para realizar la interpretación más fiel a lo escrito -, será la filosofía de Theodor Adorno la que nutra sus convicciones respecto al papel del arte en la sociedad. Frankfurt, convertida en la capital de la vanguardia teatral, se erige como el cruce entre la modernidad y la tendencia ‘Regietheater’- un modelo que da libertad total al director de escena en el teatro -, buscando el entusiasmo del público y la polémica al mismo tiempo. Como uno de los pioneros de este movimiento, Gieler no pudo actuar en el Festival de Salzburgo por orden de Karajan hasta la muerte de este en 1989. Sin embargo, la creciente lejanía entre la dirección escénica y las obras representadas por parte de estos realizadores abrumó a Gielen, quien decidió reducir su actividad en los teatros de ópera.
Entre la década de los 90 y los primero años del nuevo milenio, las actuaciones de Gielen arrastran un público cada vez más fiel a sus interpretaciones del repertorio de los siglos XIX y XX. Las grabaciones de los ciclos de las sinfonías de Beethoven, Brahms, Bruckner o Mahler son algunos ejemplos de su repertorio más querido.
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