Ligereza para obras recortanles
Temporada de la Zarzuela
Ligereza para obras recortables
“La mala sombra” de J.Serrano. M.Martín, P.Jurado, J.Mesenguer, J.Carlos Gómez, M.Ponti, R.Talavera, E.Gavira, etc. “El mal de amores” de J. Serrano. M.Abascal, P.Jurado, A.Serna, E.Baquerizo, J.Lifante, F.Maestre, J.Alonso, etc. Dirección de escena y estenografía: F.Nieva. Figurines: R.G.Andujar. Coreografía: N.Castejón. Iluminación: J.Gómez-Cornejo. Dirección musical: M.Roa. Orquesta de la Comunidad de Madrid. Teatro de la Zarzuela. Madrid, 15 de abril. Parece que las tijeras han pasado de moda a pesar de su gran utilidad. No se usaron como se debía en “Semiramide” y tampoco se hace en el programa doble de José Serrano que presenta la Zarzuela. Es una lástima. El público se divierte, las obras están planteadas con mucha gracia por Francisco Nieva, funciona el recurso de los telones pintados recordatorios del “Teatro Apolo” -donde se estrenaron “La mala sombra” y “El mal de amores”- pero tratados con técnicas modernas… pero el espectáculo pesa más de la cuenta. Si Rossini se disfrutaba entrando y saliendo de los palcos, nunca atornillado a una silla, nuestro género “chico” era chico por sus dimensiones y se ofrecía frecuentemente en sesiones de tarde y noche. Ahora se hace en una sola sesión y se agrupan dos piezas intentando ganar entidad. Dudo que sea el mejor camino. De esta forma sufre una pieza como “La mala sombra” -¡ qué cercanía a la comedia napolitana!- que aguantaría aislada, pero a la que en unión con otra le sobran bastantes minutos de reiteración. Nieva y Roa, que realiza un excelente trabajo en el foso tras poner en orden las partituras, deberían haber pensado en ello. Más entidad musical, aunque mayor grado de obsolescencia, presenta “El mal de amores”, con un dúo precioso entre Rafél y Carola, barítono y soprano.
No se qué sucederá el día que se nos jubile Milagros Martín. Es la primera abonada en la Zarzuela afortunadamente para nosotros. Su Pepa la Garbosa responde al nombre. Pero el teatro gana esta vez en una cosa: se actúa -lo que viene siendo habitual- pero también se canta -lo que es más infrecuente-. La citada Martín, Pilar Jurado, Mar Abascal, Enrique Baquerizo, Amanda Serna y todos cuantos tienen cuatro notas seguidas -que no son muchas, dicho sea de paso- saben combinar canto y declamación.
En resumen, dos trabajos muy dignos para honrar dos piezas absolutamente menores. Y una observación final: por favor, subtitulen también las zarzuelas, porque se pierde buena parte de los textos por muy buena dicción que posean los intérpretes. Gonzalo ALONSO
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