Temporada de la OCNE
Descompensación dinámica
Obras de Zimmermann y Mahler. V. Anchel, J.Irwin, K. Florian Vogt. Orquesta Nacional de España. J. Pons, director. Auditorio Nacional. Madrid, 19 de enero.
Poco a poco, en estas críticas iremos descifrando algunas claves de la recién empezada temporada de la OCNE, que lleva por emblema “Mirada a Oriente”. Está muy bien mirar a Oriente y buscar con lupa las posibles conexiones, un tanto forzadas, que puedan existir en el “Concierto para oboe y pequeña orquesta” de Zimmermann, interpretado por vez primera por la ONE. Más evidentes lo son en el caso de “La canción de la tierra” mahleriana, basadas en textos de Li Tai Po, Mong-Kao-Jen y Wang-Wei adaptados por el propio Mahler. Lo que carece de sentido es que en la programación de toda la temporada se hayan pasado por alto prácticamente todas las miradas que los compositores españoles realizaron a Oriente. Penoso, desde luego.
El valenciano Victor Anchel tocó primorosamente el breve pero difícil concierto para oboe, lleno de saltos y trinos, con el que Zimmermann llevó homenaje a Stravinsky, aunque también recuerde a Bartok. Lo mejor de la tarde fue la intervención de Jane Irwin, mezzo inglesa que posee una voz de gratísimo color y que cantó con mucha sensibilidad sus solos en “La canción de la tierra”. Si su caudal vocal peca de poco generosos, más pecado tiene el del barítono Klaus Florian Vogt, que defraudó en esta presentación y resultó prácticamente inaudible. Buena parte de la culpa de ello provino de las excesivas dinámicas empleadas por Josep Pons, aunque las contrarrestase con algunos momentos mágicos en piano –la flauta y la cuerda en “La despedida”- y lograse un alto nivel de la Orquesta Nacional. Gonzalo Alonso