El cabreo
Conversación escuchada en el Teatro de la Zarzuela a vuelapluma. Alguien contaba a un crítico el cabreo que tenía el maestro López Cobos y la orquesta del Real con la crítica que éste había escrito de “Tristan e Isolda”. Lo grande del caso es que, al parecer que sólo al parecer, era porque había opinado que la Orquesta del Palau de Les Arts sonaba mejor que la del Real y porque pensaba que un patrón del Real no debía decirlo. Vamos, que si el señor Gonzalo Alonso está en el patronato es obvio que es por ser crítico, por sus conocimientos y por la transmisión que hace de los mismos al gran público. Y no le han puesto allí para que se tape los oídos, no escuche y se calle sus opiniones. El Sr. Alonso advertía que “algo habrá que hacer si se quiere que el Real sea el primer teatro de España”. La opinión unánime de los críticos que han asistido con regularidad al Palau de les Arts debería ser escuchada y tenida en cuenta por el Real. ¿No será que lo que molesta al señor López Cobos es que, como director musical, ese asunto es responsabilidad suya? ¿Estará el Sr. Alonso arrepentido de haber sido precísmente él quien llevó a López Cobos al Real? Los responsables del Real no deberían hacer como las avestruces, enterrar sus cabezas en el suelo, sino lo primero darse cuenta de las debilidades del teatro y luego intentar resolverlas. Se lo deben al público que lo financia con sus impuestos y con la compra de entradas. Y, por cierto, tampoco cabe reprochar a este crítico que no diga que la orquesta del Palau de les Arts está mucho mejor pagada que la del Real, porque ningún crítico habla de ello en la crítica de una ópera o concierto.
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