Schwarz quiere despertar la pasión por la ópera en el Regio de Turín
Schwarz: “Mi desafío en Turín es despertar la pasión por la ópera”
Sebastian Schwarz se marca como objetivos en su recién asumido cargo como director del Regio el desarrollo e internacionalización del Teatro
El Consejo de Dirección del Teatro Regio de Turín comunicó el pasado 19 de julio el nombramiento de Sebastian Schwarz como director del Teatro Regio de Turín. El alemán, el más joven entre los candidatos y el único extranjero, sucede en el puesto a William Graziosi.
La situación a la que se enfrenta no es tarea fácil: a la grave situación económica del Regio se suman los escándalos que salpicaron a Graziosi, a quien abuchearon en la presentación de temporada en junio y a quien se investiga por sus presuntas malas prácticas en la gestión del Teatro. Sin embargo, como explicó Schwarz al diario Corriere Torino tras su nombramiento: “No tengo miedo a las deudas del teatro. Mi último trabajo – en el Festival de Glyndebourne – fue como director general de una institución que tampoco recibía financiación pública. Tengo buena experiencia en la búsqueda de recursos y eso es lo que haré también en Turín”.
Con tal fin, el director se propone como objetivos durante su mandato despertar la pasión por la ópera, atender el gusto y las necesidades del público y conciliar la tradición con la modernidad para actualizar la escena lírica y hacerla atractiva a los jóvenes: “Nuestro trabajo no se limita al entretenimiento y no debemos subestimar su necesidad. Depende de nosotros encontrar formas de comunicarlo de manera efectiva. Admitámoslo: con luces bajas, butacas cómodas y una jornada laboral a la espalda, es normal que el público pueda quedarse dormido, pero hay muchas soluciones para despertar la atención y la pasión por este género. Descubrir cuáles encajan con el público del Regio es mi desafío”.
Llegado a Turín en agosto, la prioridad para Schwarz es sacar adelante la temporada heredada, con contratos aún por cerrar. La del año siguiente, la temporada 2020/21, es aún un folio en blanco. “Todo el mundo me repite que tengo libertad para hacer lo que quiera. Por un lado es verdad, es electrizante tener esa libertad, pero atención: puedo tener proyectos grandiosos pero no se puede garantizar que los directores de escena, musicales, o los cantantes perfectos para cada papel estén disponibles en un año, por lo que debo llamar a aquellos que puedan comprometerse con el proyecto, aunque esto se aleje de mi planteamiento inicial. ¿Debo dejar al margen mi gusto o imponerlo? Creo que la actitud justa es escuchar el gusto y las necesidades del público y preguntarse ¿qué quiere escuchar Turín?”, declara Schwarz en una entrevista para La Stampa.
En el balance entre tradición y modernidad, el público del Regio parece haberse decantado por los grandes títulos. En las temporadas 2017/18 y 2018/19 se han sucedido las representaciones de Carmen, La Bohème, Madama Butterfly, Trovatore, Traviata y Turandot. “Los grandes títulos no impiden que puedan presentarse relecturas con una estética distinta, novedosa”, indica Schwarz. Como ejemplo, el director señala la representación de Matrimonio segreto de Cimarosa que estará en cartel a partir del 15 de enero del próximo año: “Esta ópera se representará con una producción fresca y colorida, y se alternará con otro título: Violanta. Ambas llevarán la firma de Pier Luigi Pizzi, quien frente a la modernidad de la primera plantea el contraste con una ambientación tradicional en el Carnaval de Venecia para la segunda. Esta confrontación servirá como reflexión para el público y por parte del Teatro será un homenaje al regista en su 90 aniversario”.
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