Homenaje a Victoria de los Ángeles
Homenaje a Victoria de los Ángeles
De la frialdad a la emoción
Obras varias. Teresa Berganza, Milagros Poblador, David Alegret Cecilia Lavilla, Ofelia Sala, Enric Martínez-Castignani y Ángeles Blancas. Teatro Español. Madrid, 13 de diciembre.
La formidable labor que realiza la Fundación Victoria de los Ángeles para preservar el legado de la gran artista y aún más grande persona presentó en Madrid un acto en homenaje a Victoria con figuras jóvenes y no tan jóvenes que actuaron de forma benéfica y que mereció contar con el lleno total que no se produjo. La memoria es flaca y el desagradecimiento amplio. Me contaban hace poco una anécdota relacionada con una célebre cantante española, que fue a unos grandes almacenes y preguntó por sus discos. La respondieron “De ella ya no hay nada, porque esa señora ya no canta”. Hoy lloramos a Enrique Morente, pero mañana se cumplirá inexorablemente el refrán: “el muerto al hoyo y el vivo al bollo”.
Los artistas que participaron no lograron caldear el ambiente hasta la segunda parte a causa de un repertorio no adecuado en la primera, ni para el acto ni en algunas ocasiones para las propias voces que lo abordaban. Al final lo consiguieron el buen hacer de Ofelia Sala, la comicidad de Enric Martínez-Castignani y las tablas de Ángeles Blancas. Muy, pero que muy por encima de todo el acto, brilló la veteranía de ese pedazo de artista que es Teresa Berganza. Si el pasado sábado arrasaba en Sitges cantando en plan Marilyn Monroe el “cumpleaños feliz” a Migué Lerín, en el Español nos puso la carne de gallina al recitar “Alfonsina y el mar” con alguna frase cantada. Hay cosas que, quien las lleva dentro, nunca las pierde.
Escuchar a Berganza delante de un gran retrato de Victoria no podía menos que sobrecoger. ¿Dónde hay hoy artistas como ellas? Pero hay para quien eso ya no importa porque “esas señoras ya no cantan”, aunque sus discos den ciento y raya a los de ahora. Gonzalo Alonso
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