Españoles
Españoles
Habitualmente se cumple el refrán de “nadie es profeta en su tierra” aunque, como en toda regla, siempre haya sus excepciones.
Nuestro Rafael Frühbeck de Burgos estuvo dos semanas en Madrid repitiendo con la ONE el ciclo Brahms que ideara para su orquesta en Dresde, que incluía nada menos que cuatro estrenos, tres de ellos de autores españoles. ¿Cuántas críticas a sus conciertos se han publicado en la prensa nacional y a su debido tiempo? Apenas un comentario sobre ambas citas en La Razón y en ABC sólo sobre la primera y perdido, bastantes días después, entre las páginas de Madrid. Eso sí, funcionó muy bien la agencia mediática de Azcona a la hora de difundir el premio de Musical America. A agencias, previo pago, o a los amigos es a lo que hay que recurrir para que se publique algo sobre un español triunfador internacional. Por esas casualidades que se dan, nos visitó luego Zubin Mehta con el Mayo Musical Florentino tocando también la primera de Brahms. Mejor fue la del burgalés con la Nacional, pero el papanatismo impera.
Juanjo Mena no debió recurrir a los poderes mediáticos ni a los amigos, puesto que no tuvo repercusión alguna su paso -nada menos- por el podio de la Orquesta de Chicago. El recientemente nombrado principal director invitado de la Filarmónica de la BBC sustituyó a Yannick Nézet-Séguin, flamante nuevo titular de Filadelfia, quien canceló por “exceso de trabajo” en un gesto que le impedirá volver por tiempo a la agrupación liderada por Muti, quien acaba de ser ingresado en un hospital tras desvanecerse en el podio. Mena obtuvo excelentes críticas por sus lecturas del “Concierto para violín” de Korngold y la “Patética” de Tchaikovsky. ¿Cuántos directores españoles se han puesto al frente de Chicago en temporada? Contadísimos. No importa. Tampoco se hace caso a Heras Casado, Hernández Silva, Serrate, Pablo González, etc. La lista sería amplísima.
Existen naturalmente excepciones a la regla. Ahí está Domingo y, si me apuran, el caso particularísimo de Inma Shara, del que todo el mundo habla en piano y nadie en forte, recordando la leyenda de Florence Foster Jenkins. Así es la vida.
Últimos comentarios