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Por Publicado el: 30/03/2020Categorías: Colaboraciones

Obituario Krzysztof Penderecki: Eclecticismo bien entendido

Krzysztof Penderecki

Eclecticismo bien entendido

Krzysztof-Penderecki

Krzysztof Penderecki

No hay duda de que Krzysztof Penderecki fue una de las grandes figuras de la composición musical del siglo XX, aunque determinadas vanguardias le dieran la espalda desde el momento en el que empezó a volver grupas y buscarse territorios sonoros más confortables que aquellos a los que se había acogido en su juventud. Sus primeras obras, en la línea rompedora de un Lutoslawski, afín en muchos aspectos a los dictados de Darmstadt, causaron gran impacto: “Anaklasis”, para arcos y percusión (1960), “Polymorphya”, para 48 arcos (1961, empleada en dos conocidas películas, “El resplandor” y “El exoscista”) y “Threni per le vitime di Hiroshima” para 52 instrumentos de este tipo (1961) lo situaron en el mapa internacional.

La última composición citada, sobre todo, lo elevó a la fama y le dio una nombradía que tuvo también su correspondencia en España. En lo que se podría considera primera madurez, instalado ya en una zona creadora más templada, de un bien organizado eclecticismo, con resabios e influencias diversas, el compositor dio a luz algunas de sus obra más célebres: “Pasión según San Lucas” (1962-1965), “Dies irae” (1967), “De natura sonoris” (1965-66), “Capriccio” para violín (1967), “Utrenija” y “Kosmogonia” (1970) y, por supuesto la ópera “Los diablos de Ludun”, basada en un hecho histórico recogido por Aldous Huxley (1969), que se estrenó en España oportunamente. Como tantas de sus composiciones.

Hace cuatro años aún pudimos ver al músico en su doble misión de directoractividad que no se le daba nada mal y en la que se desempeñaba portando la batuta con la mano izquierda- y creador en el Patio de Carruajes de el Monasterio de San Lorenzo de El Escoria, al frente de la Orquesta Freixenet. En el programa figuraban dos composiciones suyas: el “Adagio” de su “Sinfonía nº 3” y el “Concierto para trompa”, “Winterreise”. Música agradable aunque sin la personalidad y potencia de otras salidas de su magín.

Arturo Reverter

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