El Metropolitan Opera ajusta sus cuentas
El Metropolitan Opera ajusta sus cuentas
El coliseo afronta la previsión de pérdidas con el recorte de sueldos de altos cargos y evalúa el calendario de ensayos de cara a la próxima temporada
Tras un primer anuncio de cierre de puertas de un mes, el Metropolitan de Nueva York decidió cancelar el resto de su temporada el pasado 20 de marzo. Los miembros de la orquesta y el coro fueron suspendidos de empleo desde el día 12 de marzo, el teatro redujo su plantilla – despidiendo a 41 empleados del departamento de administración – y Peter Gelb, director del coliseo, renunció a su sueldo, que durante la temporada 18-19 alcanzó los 1.49 millones de dólares.
Estas medidas se han ido sucediendo en paralelo al estudio de la situación económica del teatro, que prevé un volumen de pérdidas de 60 millones de dólares.
El Metropolitan es el teatro con mayor presupuesto de Estados Unidos y, a diferencia de otros teatros europeos, depende enteramente de patrocinio privado y sus ingresos en taquilla, condición que deja a la institución en una posición especialmente vulnerable ante el impacto del cierre.
Durante la temporada pasada, Yannick Nézet-Séguin se incorporó como director musical del coliseo, dos años antes de los previsto, y dirigió 3 óperas y en este tenía programados 6 títulos. En el primer trimestre como director del Met, el maestro ganó 392.152 dólares, un cuarto de lo que James Levine recibió como director emérito durante su última temporada completa en el teatro. El sueldo de Nézet-Séguin queda ligeramente por encima del concertino David Chan, que percibió 366.823 dólares, y por debajo del director del coro, Donald Palumbo, que ganó 498.993 dólares. Además, Nézet-Séguin mantiene su puesto en la Orquesta de Philadelphia, de la que es también director musical. En la temporada 17-18, recibió 1.380.667 dólares.
Durante la temporada 18-19, los ingresos en taquilla del Met alcanzaron un 70%, porcentaje que se ha visto favorecido por el ciclo de matinées de domingo, abriendo el teatro los domingos por primera vez. En esta temporada, el volumen de venta de entradas continuaba en aumento pero la forzada cancelación del resto de temporada – que afectó a nueve producciones – no solo ha estancado esta tendencia sino que abre uno de los periodos económicos más oscuros y difíciles para el Met. Una década más tarde de la crisis de 2008, el teatro vuelve a verse obligado a renacer de las cenizas de una crisis mundial.
A pesar de la buena acogida de su campaña de donaciones, que ha recaudado las aportaciones de 19.000 nuevos donantes, y de su servicio de emisión de ópera en streaming, que ha aumentado de las 15.000 suscripciones a las 33.000, la dirección del teatro ve tambalearse el comienzo de la próxima temporada: “La distancia social y los ensayos y actuaciones son contradictorios”, declara Peter Gelb, “No podemos imaginar la vuelta segura de los espectáculos en vivo en una compañía con las dimensiones del Met, en la que trabajan cientos de artistas y es hasta 5 veces más grande que el teatro medio de Broadway”.
Los responsables de Broadway anunciaron el cierre de sus puertas hasta el 12 de abril, fecha que se amplió por primera vez hasta el 7 de junio y una segunda hasta el 6 de abril. La extensión de estos 3 meses adicionales no favorece la posición de los teatros de ópera, que por diferencia de aforo y espacio, quizás tengan que esperar a un “milagro”, como indicó Gelb en el New York Times, para poder sacar adelante la temporada 20-21 tal y como está prevista.
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