Crítica: Don Giovanni de Mozart en el Liceu
DON GIOVANNI (W. A. Mozart)
Christopher Maltman. Adam Palka, Miah Persson, Ben Bliss, Veronique Gens, Luca Pisaroni, Josep-Ramon Olivé y Leonor Bonilla. Orquestra Sinfónica y Coro del Gran Teatro del Liceo. Dirección musical: Josep Pons. Dirección de escena: Christof Loy. 24-X-2020.
Volvía la ópera escenificada al Gran Teatro del Liceo y el público lo agradeció con su destacada presencia a pesar de las restricciones de aforo que motivaron algún despiste de los abonados que no encontraban su nueva ubicación con facilidad. El clásico Don Giovanni de Mozart lo aguanta todo también esta minimalista producción con una dirección de escena algo desconcertante de Christof Loy. Una puesta en escena en la que un Don Givanni envejecido sigue haciendo de las suyas ante cualquier fémina que se le cruce por delante pero que no acaba de encajar con el espíritu de la obra y menos con la intención de enfatizar el aspecto más cómico de la misma. Es interesante la primera escena donde Loy juega con el gran espacio palaciego en blanco y la cortina roja que destaca lo más trágico del drama pero la fiesta en el palacio del protagonista es bastante desangelada, fría y de poco interés y tampoco es nada especial la del cementerio o la de la cena final.
Desde el punto de vista musical destacó la pareja protagonista con un Don Giovanni de gran calidad y teatralidad a cargo del experimentado barítono Christopher Maltman, a pesar de que su envejecido personaje no le dejaba demasiado espacio para lucirse. Estupendo a nivel canoro con un timbre brillante y muy adecuado el brillante Leporello de Luca Pisaroni a pesar de un vestuario anodino y poco atractivo. Sólido y musical el Don Ottavio del tenor Ben Bliss que se lució en todas sus arias. Y muy meritorio el Comendador del contundente Adam Palka. En el cuadro femenino destacó especialmente por proyección vocal y cuidada presencia escénica la Doña Elvira de Veronique Gens. Mientras que Miah Persson fue una matizada y elegante Donna Anna pero de agudos algo abierto. Dejo para el final expresamente al más que interesante Masetto del barítono Josep-Ramos Olivé y a la soprano Leonor Bonilla como Zerlina que fue de menos a más para acabar deslumbrando con una voz de gran calidad, muy cuidada línea canora y perfecta adecuación al rol. Josep Pons destacó con una interesante lectura musical de la genial partitura mozartiana cuidando de que se luciesen todos los intérpretes en sus respectivas arias. Una aplaudida noche de ópera en el Liceu que esperamos pueda repetirse toda la temporada y que no se vea nuevamente truncada por las restricciones derivadas por la pandemia. Fernando Sans Rivière
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