ENSEMBLE SICILIANO

Sonatas de Beethoven. Sigue sorprendiendo

Fecha: 22-XI-2002. Lugar: Teatro Victoria Eugenia. Programa: Dúo para violín y piano opus 12m nº 2 en La Mayor; dúo para violonchelo y piano, opus 5, nº 2 y trío para violín, violonchelo y piano, opus 70 nº 2 en Mi Bemol Mayor, de Ludwig van Beethoven. Intérprete: Ensemble Siciliano (Julia Siciliano (piano), Liana Gourdjia (violín) y Raphael Bell (Violonchelo).

Siciliano, Gourdjia y Bell

Inasequible al desaliento, el galeno Carlos Benito, factótum de la entidad Donostia Musika, continúa luchando, cual enfervorizado gestor cultural, contra el bicho pandémico del Covid/19 (ya sufrido en su propio ser), dando forma, en tiempos, horarios y espacios, para culminar este aciago 2020 ofreciendo la Integral de Tríos y Sonatas para Piano y Cuerdas del Divino Sordo. En esta ocasión consiguió casi llenar (pese a las restricciones legales impuestas para espectáculos en los aforos cerrados) el coquetón Teatro Victoria Eugenia, ofreciendo el programa que figura ut supra, que causó el deleite del respetable, ya que el alma efervescente de Beethoven sigue sorprendiendo.

El Ensemble Siciliano , en sesión matinal del Ángelus, rectorado desde el piano por quien tiene la condición de esposa del director titular de la Euskadiko Orkestra, Robert Treviño, nos presentó un Beethoven en pleno tránsito puntual del clasicismo al romanticismo, con tres obras en las que la complejidad de tonos, dados los cruces de las notaciones empleadas, demuestran la permanente batalla en la creatividad neuronal del compositor sordo. Tan solo un ‘pero’, pequeño, que a mi juicio afecta a la audición de los instrumentos, cual es el utilizar al piano a plena tapa abierta, cuando se está trabajando con otros en la interpretación de la misma obra, ya que el sonido de aquel resta cierta brillantez acústica a estos. La media apertura hubiese sido mucho mejor.

La liberalidad expresiva que Beethoven permite en el tercero movimiento alegro piacevole de la Sonata para violín y piano, opus 12 n º 2 en La Mayor, facultó a las intérpretes colorear el momento con sutilezas rítmicas de aromas claramente mozartianos. En la Sonata para violonchelo y piano, opus 5, nº 2, en Sol Mayor, amén de tener a particularidad de constar tan solo de dos movimientos y no de tres, como era costumbre e innova la introducción del violonchelo, como ya hace en la nº 1, que le confiere un empaque de melosidad especial, sobre todo en el movimiento segundo, rondo-allegro, donde el intérprete Raphael Bell dejó muestra inequívoca de su técnica, con un sonido sumamente jugoso. La maltrecha salud de Beethoven obtuvo la gratificante invitación de la condesa Marie van Erdödy a fin finca de campo, durante la cual y en plena naturaleza, la generosidad -que tantas veces ocultaba- del compositor tuvo a bien dedicarle los dos tríos para piano, violín y violonchelo, opus 70. En este concierto el Ensemble Siciliano ofreció el nº 2, en Mi Bemol Mayor, integrado en cuatro movimientos, sobrepasando la media hora -en poco- de duración. Fue una interpretación hermosa, bien compensada en las acústicas de conjunto, que permitieron disfrutar de la calidad de los tres músicos, llegando a un Finale – Allegro que motivó más de un sonoro ¡bravo!, y una generosa salva de aplausos de varios minutos. ¡Hermosa celebración de la festividad de Santa Cecilia! Manuel Cabrera.