Regalos navideños

Afortunadamente no tenemos que arriesgarnos a ir de tiendas para comprar discos o libros que regalar, por lo que estamos ante una una magnífica alternativa para los temerosos y también…para los perezosos.

Dado que celebramos, dentro de lo que ha sido posible, los 250 años del nacimiento de Beethoven, resulta lógico acudir a su amplísima discografía. Pero, ojo, que el destinatario sea aficionado a la música clásica, porque en caso contrario estos regalos serán una faena. Los que deseen ser generosos quedarán estupendamente con la caja de 85 cds con la prácticamente integral beethoveniana, que sale a euro el cd. Algo más baratas son las nueve sinfonías en cualquiera de las tres primeras lecturas de Karajan. Una de las de DGG está bien. Impresionantes son los cinco conciertos para piano con Barenboim y la Orquesta Philharmonia bajo dirección de Klemperer (Warner); el concierto para violín de Menuhin, con la misma agrupación, pero bajo la batuta de Furtwängler (EMI) o la “Misa Solemne” de  Bernstein (DGG). Si quieren algo más light tienen la “Victoria de Wellington” con Karajan y sus berlineses (DGG). Ya, para los más aficionados, su música de cámara: los cuartetos de cuerda de los Melos (DGG); los tríos para piano, violín y cello de Barenboim, Du Pre y Zuckerman (Warner); las sonatas para violín y piano con Perlman, Ashkenazy (Decca) o las 32 sonatas para piano en cualquiera de las primeras grabaciones de Barenboim (Warner, Decca y DGG).

Si buscan algo navideño, el mejor disco jamás publicado -aparte de los clásicos de easy music- es el de Leonard Bernstein “The Joy of Christmas” con la Filarmónica de Nueva York y el Mormon Tabernacke Choir. Un viaje por todo el mundo absolutamente formidable.

Y, cómo no, están los discos publicados recientemente. Así los barrocos de Jeroussky titulado “La vanita del mondo” (Erato) y el “Arie Antiche” de Bartoli (Decca). Dos de Kaufmann, mejor “Selige Stunde” que el navideño “It’s Christmas” (Sony). Si se quiere algo más popular, ahí están los de John Williams dirigiendo sus bandas sonoras con la Filarmónica de Viena (DGG); el precioso de Alagna –“Le Chanteur”- con canciones francesas de siempre o los dos de Mina remasterizados “Orione” y “Cassiopea”.

Si lo que buscan son libros y no discos, les recomiendo cuatro: “Las nueve sinfonías de Beethoven” de Marta Vela (Fórcola), “Beethoven, un retrato vienés” de Arturo Reverter y Victoria Stapells (Tirant lo Blanch) o “Música Reservata” de José Luis Téllez (Fórcola). Y, como no, las “Memorias de luz y niebla” de Gregorio Marañón. Hay donde elegir. Gonzalo Alonso