Tugan Sokhiev dimite en Moscú y Toulouse
El maestro ruso ha dejado su titularidad en el Teatro Bolshoi y la Orquesta Nacional del Capitole de Toulouse ante la presión recibida para posicionarse respecto a la guerra en Ucrania
La impotencia se abre paso entre las palabras de Tugan Sokhiev, tiñendo el comunicado que el maestro publicó este domingo para difundir su dimisión de las dos orquestas de las que era titular: la Orquesta Nacional del Capitole de Toulouse, en Francia, y la del Teatro Bolshoi de Moscú. En la primera, Sokhiev ha permanecido en el cargo durante 14 años. En la segunda, su titularidad como responsable musical se remonta a 2014.
A raíz de la invasión de Ucrania por parte de Rusia, la alcaldía de Toulouse demandó al maestro que hiciese pública su posición al respecto, una demanda que el director a definido como hacerle “escoger entre mis familias musicales”.
“Sé que muchos estaban esperando que aclarase mi posición respecto a lo que está pasando en este momento. Me ha llevado un tiempo procesarlo y resolver la manera de expresar los complejos sentimientos que me provoca”, comienza diciendo Sokhiev en el comunicado, que subraya los siguientes puntos:
“Primero de todo, necesito decir lo que considero más importante: nunca he apoyado ni estaré jamás a favor de cualquier conflicto, tome la forma que tome. Que algunas personas cuestionen mi deseo de paz y piensen que yo, como músico, podría pedir otra cosa que no sea paz en nuestro planeta es a la vez asombroso y ofensivo”.
“He estado siempre orgulloso de ser un director procedente de un país con tanta riqueza cultural como Rusia, así como de formar parte de la familia musical francesa desde 2003. Esto es lo que hace la música. La música conecta a artistas y al público de diferentes continentes y culturas, sana almas más allá de cualquier frontera y aporta paz y esperanza a este planeta. Así lo he comprobado con la Orquesta de Toulouse y con el conjunto del Teatro Bolshoi, con cada actuación en Rusia o Europa, donde he invitado artistas sin pensar en su nacionalidad. Disfrutamos de hacer música juntos y así debería seguir siendo”.
“Durante los últimas días he presenciado algo que no creía que llegaría a ver nunca, en Europa se me he está haciendo elegir entre una artista, cantante, tradición cultural y repertorio sobre otro. En Polonia, un país europeo, ya han prohibido la música rusa. No puede soportar ver a mis compañeros de profesión sometidos a esta presión, siendo amenazados, tratados sin respeto y convertidos en víctimas de esta ‘cancelación cultural’. Como músicos tenemos la extraordinaria misión de mantener la concordia entre la gente mediante la música de asombrosos compositores. Como embajadores de la paz. En lugar de usarnos a nosotros y la música para unir las naciones se nos está dividiendo”
“Por todo esto, por el privilegio que supone ser músico y hacer música con ambas orquestas, he decidido renunciar a mi puesto en Toulouse y Moscú con efecto inmediato”.
Vasily Sinaisky, antiguo director musical del Teatro Bolshoi, ha emitido también un comunicado en el que denuncia la guerra, señalando que “los músicos, más que nadie, deberían estar en sintonía con la actualidad y ser transparentes en su posición”: “Además de la indignación que me despierta la injusticia de los eventos recientes, siento una profunda compasión por el pueblo ucraniano. Lo que está sucediendo es una invasión cruel de un estado soberano que solo causa dolor y angustia para miles de personas”.
Por su parte, Vladimir Urin, actual director del Teatro Bolshoi, firmó una carta junto a una serie de artistas rusos en los primeros días de la invasión en la que se demandaba a los responsables el cese de la guerra.
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