Nueva puñalada trapera a Plácido Domingo

 Y es que no se cansan. Son todos los mismos. Confluentes en idéntico ideario: destruir a un hombre que ha sido y sigue siendo cumbre en el arte del canto. Estoy haciendo referencia expresa a don Plácido Domingo Embil, cantante lírico de renombre y reconocimiento internacional, quien a sus 81 años (cumplirá 82 el próximo 21 de enero) sigue siendo un referente inequívoco de la cultura -cada vez más pobre y mísera, como buen objetivo de la élite gobernante- en todo aquello que valga para vituperarle, hacerle objeto de la mendacidad periodística (prensa escrita, presa auditiva, prensa visible), por medio del ruin “se dice”, “se comenta”, “parece ser”, asentándole, sin certeza alguna, una nueva puñalada trapera. Siempre sin ofrecer datos objetivos, ciertos e irrefutables. Plácido Domingo ya ha sido objeto de muchas de estas añagazas tramperas. Sin ir más lejos la urdida por el hembrismo exacerbado del Me#Too yanki, con el soterrado amparo de la Iglesia de la Cienciología, saliéndoles el tiro por el rabo, tras una transacción económica. Como dicen en Italia ‘prendi e taci’, toma y calla.

Ahora por lo que “se dice”, “se cuenta” y “parece ser”, el Ministerio Fiscal de la República Argentina (el mismo que pasó de puntillas, yéndose de rositas, por los desfalcos y latrocinios de personajes como Perón y su María Estela, Frondizi, Menen, la tribu de los Kirchner, por citar los más conocidos) está inmerso en la investigación de un presunto que no juzgado caso de prostitución -otros listos lo llaman de ‘trata de blancas’- en el que, al parecer existe la reproducción de una conversación telefónica (no se sabe sin trucaje o realizada ilegalmente) en la que figura una voz (sin prueba pericial alguna) que -“se dice”- parece ser la de Plácido Domingo hablando con una dama cuya edad “se dice” rebasa los 70 años. El argumentario de la conversación y su finalidad es, per se, pobre de pobreza solemne, pues lo escuchado a través de los medios de comunicación, que hozan cuales puercos, no lleva a conclusión alguna para aplicar responsabilidades personales tanto civiles como penales.

Pero …… como “se dice” que ahí se ha pillado a Placido Domingo, pues ya está abierta la veda de caza. Si pudieran, retrotrayéndonos en el tempo le harían de verdugos, hacha en mano, cual la que sesgó el cuello de Ana Bolena. En verdad me gustaría saber la causa o razón del por qué se le tiene tantas ganas a este hombre que ha dado gloria universal con su arte en el canto lirico. Que ha llevado nuestra zarzuela por el mundo entero. Que con su esfuerzo personal salvó la vida del tenor José Carreras, contando con la colaboración -muy importante- del genio canoro que fue en vida Luciano Pavarotti, y que -además- con su dinero, ganado en la dura labor de cantar desde un escenario, aplica una muy importante generosidad económica, que su mano izquierda desconoce.

Plácido Domingo es un fenómeno de la naturaleza que ha superado un grave estado de la pandemia de Covid19, sometiéndose a dos horas de duros ejercicios respiratorios mientras le ha durado esta enfermedad, amén de dos tumores malignos felizmente olvidados, que, ahora, está como una roca y que la gente, el pueblo llano, se desvive por escucharle. El pasado día 3 del presente agosto, en Jerez de la Frontera, nos dejó “pasmaos” con la sabiduría de llenar las notas de color y belleza, pese a haber llegado de Madrid, media hora antes del inicio del concierto, con el grave peso de una importante enfermedad de un amantísimo familiar.

Ahora se puede leer en la prensa española cómo un osado firmante con tan sólo las iniciales de J.M.R., que no da la cara con nombre y apellidos -desconociendo su titulación académica-, se permite el desparpajo de implicar, con mucha sutileza, ¡eso sí!, a Placido Domingo en una “secta del horror” que ha desarticulado la policía el fin de semana (no indica cual) que obligaba a las mujeres a prostituirse. ¿Cómo se puede ser tan felón? Y no digamos lo que se soltará por las boquitas babeantes de inquina sobre la intimidad de la vida ajena de esos tertulianos (muchos sin estudio alguno) de determinadas emisoras de radio y de medios audiovisuales. ¡Se van a poner las botas desparramando heces!

Existe un proverbio judío que resulta de perfecta aplicación al caso, y que reza del siguiente tenor: “con una mentira puede irse muy lejos, pero sin esperanza de volver”. Algunos de nosotros estamos en la esperanza del volver a escuchar la voz de Domingo el próximo 17 de septiembre en el coso de la Real Maestranza de Caballería e Sevilla. Decía el dramaturgo y humanista alemán Johann Wolfgang von Goethe, en su poema ‘Labrador’ (1808), “sus estridentes ladridos solo son señal de que cabalgamos”.

Todo estaba previamente montado para desprestigiar a nuestro tenor. Era una sospecha que se ha viso confirmada, o tiene visos de ser muy cierta, caso en un 99,9%. Verdad es que en Argentina se abrió un proceso judicial penal, en cuya investigación -con muchas cintas auditadas previa autorización judicial, se descubrió una grabación en la que “al parecer” se escuchan las voces de Domingo y de una señora -ya detenida- apodada ‘Mendy’ como nombre de guerra (algo muy usual en las maritornes de lujo) identificada como Susana Mendelievich, lideresa de la organización que tiene acreditadas ramificaciones en USA.

El periodista Michael Andor Brodeur (“se dice”, no muy lejano a los aledaños del feminazi movimiento Me#Too), se la ha tenido que envainar (no la espada, sino la pócima venenosa vertida sobre Plácido) ya que la Policía Federal argentina, coordinada, en este caso, por un miembro del Ministerio Fiscal, concretamente por el Comisionado Ricardo Juri, ha manifestado que “Plácido Domingo no está siendo investigado en este caso, … tan solo que surge una conversación entre Mendy y Mariano (se refiere a otro lider de la secta que responde con esa identificación). Al parecer, la relación que tendrían con Plácido está relacionada con la profesión, porque estas personas están vinculadas a la profesión de Domingo”. ¡¡¡¡Toma del frasco, Carrasco!!!! Y el mismo Plácido también ha dejado eso claro en una entrevista a la televisión.

¡Qué chasco se han de llevar, nuevamente algunos! ¡Qué desgarro para cierto sector de la izquierda española! que, aprovechando el viaje, pretende que se desposea a nuestro cantante de todos los honores concedidos, cuando olvidan la podredumbre que reina en sus filas. “Miente, miente, que algo queda”, frase atribuida al ministro de Propaganda del III Reich, el cojitranco Joseph Goebbels. Desde estas líneas tanto Herr Beckmesser como quien las escribe desean hacer llegar a Plácido Domingo Embil, hijo de Plácido Domingo Ferrer y de María Josefa (Pepita) Embil Echaniz, todo su incondicional apoyo.

Una preguntita, ¿nuestro Teatro Real va a llevar a cabo un magno concierto lirico para rendir homenaje a un hombre que tanto ha hecho por el bel canto? Me huele que no. ¡Ojalá me equivoque! Manuel Cabrera.