La capilla ardiente del compositor Ramón Barce se instalará en la sede de la SGAE
El músico madrileño será enterrado mañana, martes 16 de diciembre, a las 13,00 horas, en el Cementerio Sacramental de San Justo
La capilla ardiente del compositor madrileño Ramón Barce, fallecido ayer, domingo 14 de diciembre, quedará instalada a partir de las 14,30 horas de hoy, lunes, en la sede madrileña de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), C/Fernando VI, 4 – Metro Alonso Martínez, de la que era socio. Al mismo tiempo, la entidad quiere expresar públicamente sus condolencias por la muerte de un destacado miembro de la Generación del 51 y cuya aportación ha sido crucial para comprender la música española de la segunda mitad del siglo XX.
Nacido en Madrid el 16 de marzo de 1928, Barce cumplió este año su 80 aniversario, motivo por el que la Fundación Autor y la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) le rindieron homenaje el pasado mes de marzo, con el estreno absoluto del cuarteto Römerglas (Vaso romano) -única obra de Ramón Barce no estrenada hasta la fecha- y la presentación del libro Ramón Barce. Hacia Mañana. Hacia Hoy, escrito por Juan Francisco de Dios Hernández y publicado por Ediciones Autor.
Figura imprescindible de la música española de la segunda mitad del siglo XX, Ramón Barce ha sabido como nadie contribuir a su comprensión y desarrollo. Miembro destacado de la llamada Generación del 51, sus aportaciones musicales y su formidable actividad organizadora le llevaron -entre otras tareas- a promover y pertenecer a grupos tan importantes como Nueva Música (que favoreció decisivamente la estética de los compositores españoles); el Aula de Música del Ateneo; la revista y conciertos Sonda, que dirigió; el grupo ZAJ y la Asociación de Compositores Sinfónicos Españoles, de la que fue presidente durante los primeros años de funcionamiento.
Doctor en Filosofía, compositor y ensayista, a través de su vida artística y creativa expuso un pensamiento musical muy objetivo y personal que se ha manifestado en distintos ensayos sobre cuestiones de técnica, estética, sociología, musicología, entre otras materias, en los que mostró un profundo rigor y una gran clarividencia. Fue también traductor al castellano de tratados fundamentales, entre los que destacan la Armonía de Arnold Schoenberg, entre varios de distintos autores como Strobel, Stepun, Schenker, Hàba, Piston, etc.
Otra de las aportaciones fundamentales a la música de su tiempo fue la creación de su propio sistema compositivo, con el que dio cohesión a la mayor parte de su amplio catálogo de obras, siempre distinguidas por su enorme personalidad y ajenas a los preceptos de modas o estéticas imperantes.
Entre los escritos que publicó se encuentran Fronteras de la música (1985) y Tiempo de tinieblas y algunas sonrisas (1992), así como más de 120 obras musicales, entre las que destacan sus seis sinfonías, once cuartetos de cuerda, nueve Conciertos de Lizara, su Concierto para Piano y Orquesta, Canadá Trío, Música fúnebre, Siala, Cuarteto Gauss, Residencias, Las cuatro estaciones o Parábola, entre otras.
Su dilatada trayectoria fue reconocida con numerosos premios y galardones, como el Premio a la Creación Musical de la Comunidad de Madrid, en 1991, y la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, en 1997. Desde 2001 era académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y, desde el pasado año 2007, había recibido numerosos homenajes con motivo de su 80 aniversario.
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