Crítica: Capella de Ministrers en el ciclo Les Arts és Barroc
Luminoso y negro Mediterráneo
Capella de Ministrers. Èlia Casanova (soprano). Pino de Vittorio (tenor). Carles Magraner (dirección y violas). Programa: Obras de Valente, Kircher, Primavera, Ruiz de Ribyaz, Fontana, Falconieri, Frescobaldi, Monteverdi, etcétera. Lugar: València, Palau de les Arts (Teatre Martín i Soler). Entrada: Alrededor de 400 espectadores (lleno). Fecha: Miércoles, 29 marzo 2023.
Desembarcó la veterana Capella de Ministrers en el ciclo “Les Arts és Barroc” del Palau de Les Arts con un programa que más que barroco -que no lo era- fue un luminoso recorrido y exhibición de culturas musicales que han nacido y cursado el Mediterráneo, mar de sabidurías, encuentros y trasvases. Repertorio heterodoxo que abrazaba músicas escritas y no escritas, tradicionales y eruditas. Una amalgama tan hermosa, vivificante y policroma como el azul inagotable de un mar templado e inspirador de una manera y sentir comunes, desde los cantos de la Puglia a la Tarantella de Ruiz de Ribayaz; de las músicas napolitanas de Antonio Valente o los pasacalles de Falconieri a la anónima “Ciaccona del Paradiso e dell’inferno”, que cerró el programa y parecía enfatizar el paraíso, pero también el infierno que para tantos refugiados de piel negra es el negro “océano” de vergüenza que hoy distancia África y Europa.
Capella de Ministrers es, desde su creación en 1987, cuando el entonces veinteañero Carles Magraner (Almussafes, 1962) lo fundó con el empeño de disfrutar y hacer disfrutar del repertorio renacentista y anterior, pilar sustancial del inmenso patrimonio generado en estas orillas desde la Edad Media hasta las mismísimas puertas del barroco y del clasicismo. La labor ha sido ingente. Desde el punto de vista concertístico, pero también musicológico. De todo ello se ha beneficiado particularmente el gran repertorio valenciano, que ha encontrado en este grupo riguroso y dinámico su mejor plataforma de difusión.
En este programa han mostrado un estimulante recorrido por las músicas, múltiples, diversas y candentes del Mare Nostrum. Calidad, naturalidad, sencillez y distancia de cualquier impostación son claves de las versiones frescas y fieles disfrutadas en este programa que, bajo el epígrafe “Mediterrànea”, reivindica su propia mediterraneidad, algo que, como explica Magraner, “no es un concepto exclusivamente geográfico, sino una filosofía en la manera de vivir culturalmente la música”. El mar como estimulante de la imaginación, como expansión poética y marco y objeto estimulador de miradas y diálogos en permanente renovación.
Ideas, sensaciones y conceptos que adquirieron realidad en esta actuación exitosa, ante un público joven que abarrotó el Teatre Martín i Soler del Palau de les Arts. La Capella de Ministrers con su alma mater al frente, animaron tan mediterráneo recorrido armados en sus cuidados medios instrumentales y recursos musicales, realzados con el protagonismo solista de la soprano faurera Èlia Casanova y del tenor, declamador, bailarín, guitarrista, laudista y lo que haga falta del versátil y bien conocido Pino de Vittorio. Hermoso, ameno y radiante concierto. Sí señor. Justo Romero
Publicada en el Diario Levante el 31 de marzo
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