CARMEN CALVO-ENTREVISTA
CARMEN CALVO-ENTREVISTA
Cambios en el Teatro Real, “para nada en estos momentos”
Madrid, 16 jun (EFE).- A la ministra de Cultura, Carmen Calvo, le sorprende que exista inquietud en el Teatro Real ante posibles cambios en su dirección, “a nadie se le ha inquietado”, aunque no los descarta en el futuro. “Para nada en estos momentos”, recalca en declaraciones a EFE.
“Los habrá cuando llegue su momento lógico y natural, cuando haya que empezar a programar cosas nuevas que no estén previstas. Los cargos que puedan estar en un determinado momento en la línea de trabajo que nosotros queramos se quedarán y los que no, no se quedarán”, insiste.
Como presidenta del Patronato de la Fundación Teatro Lírico, de la que depende el Real y en el que se sientan representantes de Cultura, de la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid, convocará una reunión del Patronato cuando “toca”, a finales de junio o en los primeros días de julio. “No he querido convocarlo antes”, advierte.
A esa reunión ya asistirán como patronos, en representación de Cultura y nombrados por ella, la ex ministra Carmen Alborch, el abogado Gregorio Marañón, el psiquiatra y musicólogo Arnoldo Liberman y el director de la Residencia de Estudiantes, José García Velasco. “He querido contar con personas nuevas que me asesoren y orienten”, dice la ministra.
Carmen Calvo quiere dejar bien claro que “el proyecto artístico del Teatro Real no corre ningún riesgo. Soy una persona -comenta- que viene de hacer gestión cultural y sé perfectamente que los proyectos y las programaciones de un teatro están por encima de los vaivenes políticos. La programación -recalca- es sagrada, no se puede caer porque llegue un nuevo ministro. Otra cosa diferente es que, cuando llegue el momento adecuado, se pueda iniciar una línea de trabajo nueva”.
“Nadie debe estar inquieto ni preocupado. No habrá ningún cambio drástico en nada hasta que las cosas aboquen a su momento natural. La programación artística del Real es la que es y no puede ser otra”, insiste. “La marcha artística no tiene ningún problema. ¿Que nos vamos a plantear cosas?, cuando llegue su momento, lógicamente”, vuelve a insistir.
Cuando las programaciones actuales “se terminen, a lo mejor llegan otras personas que hacen otras nuevas, pero no se alterarán ni las actuales ni las obligaciones jurídicas contraídas con los artistas, ni las expectativas de un público que es sagrado”, argumenta.
“Como ministra voy a cumplir -añade- todas las obligaciones jurídicas heredadas. Todas. Lo que no voy a cumplir son las políticas, lógicamente, porque no son mías, son de alguien que ha perdido unas elecciones”.
“Todos sabemos -continúa- que de los cargos nos podemos ir cualquier día”. “De entrada” hay que respetar los contratos del actual equipo que dirige el Teatro -Inés Arg~elles (gerente), Emilio Sagi (director artístico) y Jesús López Cobos (musical)-, pero “se pueden rescindir, hay cláusulas de negociación, de rescate…Cuando uno tiene un contrato sabe que se le acabará. Cuando uno tiene un cargo, y se va la persona que le ha nombrado, uno debe saber que le pueden cesar. Forma parte de la normalidad”.
Sonríe la ministra ante la pregunta de si le gustaría ver a Daniel Barenboim en el foso del teatro o en un despacho. “¿A quién no?”, responde. “¿A quién no le gustaría tenerle cerca, en una responsabilidad cultural? Le estimo mucho como maestro, como director y como persona. No me gustaría perderlo del todo”, concluye.EFE
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