LA RAZÓN (18-06-2004): CONFIDENCIAL
Verborrear

Tiene a mal traer al resto del gabinete, que no sabe qué hacer ante tanta incontinencia y desatino verbal. Tiene una palabra tan fácil ¬verborrea, dicen algunos- que no necesita llevarse un solo papel o guión como inspiración. Y así le va. Sus últimas declaraciones sobre el Teatro Real la dejan aún más en evidencia que las anteriores. Por la boca muere el pez y, en este caso, el pez no tiene ni idea de lo que es un teatro. «¿Por qué están inquietos? Sólo habrá los cambios que tenga que haber porque no voy a respetar las políticas de los que han perdido unas elecciones. Hay que respetar los contratos de Argüelles, Sagi y López Cobos, pero para algo están las cláusulas de rescisión. Cuando las programaciones actuales se terminen y haya que empezar una nueva línea de trabajo, pues quienes estén con nosotros se quedarán y los que no se irán…» Blanco y negro a la vez. Presume de venir de la gestión cultural, pero no sabe que las programaciones no se terminan, sino que se van conformando día a día. Hoy ya hasta el 2008. ¿Va a prohibir que se siga programando? ¿O es que espera estar en el 2009? Mucho hablar y veo venir que se le van a pasar los plazos de Solbes para la presentación de las declaraciones de las fundaciones que preside.

EL SUBMARINO