El tenor Jonathan Tetelman estadounidense es uno de los cantantes más aclamados de la actualidad, habiendo participado en producciones de grandes teatros de todo el mundo. Recientemente, formó parte del cartel del Festival Internacional de Santander, ofreciendo un recital centrado en la obra de Puccini junto a la soprano Sondra Radvanovsky. El pasado mes de marzo, Tetelman debutó en el Met neoyorquino, declarando posteriormente su disconformidad con ciertos tratos recibidos.

El tenor Jonathan Tetelman

Jonathan Tetelman habló recientemente con Classical Voice, donde contó diferentes anécdotas y reflexionó sobre su carrera profesional. Sobre sus inicios, el tenor declaró que ya en su hogar familiar se escuchaba mucha música de los años 40 y 50, pero apenas música clásica. Sin embargo, abordar este estilo fue una decisión suya, poniéndose a investigar en torno a él. Comenzó en el mundo del canto cuando formaba parte de un coro, lo que hizo que a los 19 o 20 años tomase la decisión de querer ser cantante profesional, si bien no sabía a qué nivel.

Preguntado por su debut en la Ópera de Los Ángeles, el cual tuvo lugar el pasado 21 de septiembre, y a colación de que la producción en la que participará está firmada por el español Mario Gas, Tetelman indica que la idea del director de escena de trasladar Madama Butterfly al entorno del cine es muy acertada, ya que es una forma de hacerla accesible y atractiva al público en general, y en especial a los jóvenes.

Para Tetelman, el interpretar a Pinkerton en esta ópera de Puccini nunca fue una idea, dadas las dificultades que este entraña y la necesidad de una madurez concreta para poder cantarlo. Si bien hasta ahora ha necesitado abrazar la alabanza del público, indica que está preparado para poder lanzarse al papel de cara a posibles críticas que reciba por su interpretación. Sin embargo, destaca la belleza de la música, resaltando el primer acto de la ópera. Señala que, si se logra cantar bien este papel, es un camino directo a poder cantar Manon de Massenet. Incide en la intensidad que entraña el personaje pucciniano, ya que en poco tiempo has de mostrar todo al público.

Tetelman señala que le gustan los retos, de ahí que haya roles en su repertorio como cantante que no le gusten, pero le ofrecen una forma nueva de superarse. Indica que, recurrir solo a los papeles que le agradan a uno y con los que sabe que va a obtener una alabanza por el público, es una forma barata de hacer música. Preguntado por cómo se prepara para abordar un personaje, Tetelman comenta que es muy importante dominar el texto, conocer la trama y entender lo que otros roles dirán durante la ópera. Comprender al personaje es importante, si bien es necesario construirlo de forma externa además de interna, de cara a poder dominarlo.

Para Tetelman, Puccini es un autor muy importante en su experiencia personal, ya que en gran parte su visión del mundo lírico viene dada por su música. Señala que este fue el primer compositor del que pudo cantar un título completo, señalando que alcanzó una conexión con el personaje que no ha logrado con otros. De la música de Puccini destaca la fluidez y continuidad de la música, así como la inmediatez que, a menudo, los gobierna. Para él, es importante que todas las óperas de este compositor se centran en hechos que ocurren en el momento en el que se da la trama.

Preguntado por si se siente listo para abordar el papel de Calaf, Tetelman señala que no está preparado para ello, si bien ha cantado el aria Nessun dorma en un CD, así como en diferentes recitales. Aunque ha recibido propuestas para interpretarlo, indica que no ha encontrado todavía una producción, un reparto, o un teatro adecuado, ya que indica que este papel precisa de unas condiciones muy especiales. Declara que le gustaría abordarlo en cinco años, ya que es un papel que requiere de una gran madurez.

En cuanto a la transición de barítono a tenor que realizó al inicio de su carrera, señala que ser tenor es un estilo de vida, en el que la dieta, los hábitos y los ensayos se ven alterados. Para él, esta tipología vocal implica la necesidad de desarrollar de forma constante una técnica, buscando un compromiso constante con el trabajo que realiza. Pensando en el futuro, Tetelman indica que se ve interpretando Don Ottavio de Don Giovanni, ya que este requiere una cierta edad para poder encajar en el papel. A su vez, señala que le llama la atención la dirección, si bien no sabe qué le deparará el futuro, ya que es todavía muy joven.

Preguntado por qué consejo daría a los jóvenes que se inician en el mundo del canto, Tetelman indica que la ópera es la unión de la música y el teatro, por lo que la clave es la paciencia y buscar una concentración muy grande, ya que un cantante ha de buscar que su voz sea su prioridad.