Antonio Moral deja la dirección del Ciclo de Lied del INAEM
Antonio Moral ha dado a conocer a las puertas del inicio del Ciclo de Lied del INAEM el fin de la dirección de este que ostentaba hasta la actualidad. El gestor cultural ha indicado que la decisión proviene de forma directa de la institución organizadora de este programa, apartándolo de él tras varios años al frente del ciclo.
Antonio Moral ha dado a conocer a través de una carta abierta en redes sociales el fin de su permanencia al frente del Ciclo de Lied, organizado por el INAEM en el Teatro de la Zarzuela de Madrid. En este texto, Moral destaca su tristeza ante este hecho, el cual, según señala, ha sido por decisión directa de la institución pública. Queda, pues, en el aire el futuro de uno de los ciclos dedicados al género del lied más destacados de nuestro país, el cual lleva a sus espaldas un total de 31 ediciones, incluyendo la actual.
A continuación, reproducimos el texto firmado por Moral:
“MI ADÍOS AL CICLO DE LIED
Hoy lunes dará comienzo la 31ª edición del Ciclo de Lied del Teatro de la Zarzuela con la magnifica soprano francesa, Sabine Devielhe, que se presentó en Madrid en este mismo escenario hace cuatro años (16.11.2020).
Es un ciclo, que yo mismo fundé en octubre de 1994, en el marco del programa de música de la Fundación Caja Madrid (FCM) –que tuve el honor de poner en marcha y dirigir hasta 2005–, y que a lo largo de tres décadas se ha convertido por derecho propio en uno de los ciclos más prestigiosos de Europa, habiendo reunido en Madrid a la flor y nata de los intérpretes internacionales del mundo del Lied (235), además de congregar a un público fiel y entusiasta que apoyó el ciclo desde sus inicios.
La andadura no fue fácil. En primer lugar, hubo una insistente oposición de una parte del patronato de la FCM, que criticaba la existencia de un “ciclo tan elitista” (sic). Gracias a dos patronos de aquella Fundación el proyecto salió adelante: Alfredo Tejero, que lo impulsó con entusiasmo, y José Luis Acero, que luchó por su supervivencia.
Tras el final traumático de la FCM, el ciclo quedó abocado en 2014 a la desaparición, pero se consiguió su incorporación al programa de música del aún incipiente CNDM, gracias al apoyo sin fisuras de Miguel Ángel Recio y el tesón de Charo Gálvez, entonces director y secretaria generales del INAEM, respectivamente. Tras mi marcha de la dirección del CNDM en 2018, la entonces directora general, Monserrat Iglesias y un servidor convinimos, dadas las singulares características del ciclo, que yo lo siguiera programando. Después Amaya de Miguel, nueva directora del INAEM lo reconfirmó.
El pasado mes de septiembre el director del CNDM me comunicó, por indicación de la actual dirección general del INAEM, que debía dejar la dirección del Ciclo de Lied. Aunque pedí una explicación, ésta nunca llegó.
Así que 30 años después, dejo este ciclo con cierta tristeza, pero con el orgullo y la enorme satisfacción de haber contribuido a la creación y el desarrollo de una propuesta musical, que ha supuesto un escaparate cultural dentro y fuera de nuestras fronteras, además de un gran disfrute para dos generaciones de melómanos y amantes de la canción de cámara.
Mis mejores deseos pues para el futuro de un ciclo único en nuestro país y mi agradecimiento a todos aquellos que han contribuido a su creación, consolidación y éxito. Pero sobre todo, un millón de gracias a los 132 cantantes y 103 acompañantes que han participado en estas tres décadas, por su fidelidad, la enorme generosidad y su sincera amistad a la gran mayoría de ellos.
A.M.”
Lamento la decisión de que Antonio Moral deje este ciclo, que durante más de 30 años ha enriquecido la vida cultural de Madrid. Desconozco los motivos de esta decisión, pero dudo que justifiquen privar al público de un arte con mayúsculas. Sospecho, y lamento profundamente, que la única razón es que vivimos en una época sin lugar para lo “grande”. Agradezco sinceramente a Antonio Moral y a todos los que lo apoyaron, permitiéndonos disfrutar de tantos placeres musicales. Si la energía es indestructible, quiero creer que el arte que nos “toca” deja en nosotros una huella imborrable. Antonio, gracias por hacernos vivir estos maravillosos viajes contigo