El tenor italiano Francesco Meli habla sobre su debut como ‘Otello’ en Venecia
El tenor italiano Francesco Meli debutó el pasado mes de noviembre como Otello, en la ópera homónima de Verdi. Suponía así un añadido a su lista de papeles verdianos, así como el retorno a Venecia, ciudad en la que ha desarrollado parte de su carrera. En vísperas de su debut, Meli ofreció una entrevista polémica en la que remarcó su desacuerdo con la propuesta escénica, la cual no mostraba al personaje de raza negra, tal y como es en el libreto de la ópera. Tras estos comentarios, el tenor ofreció una nueva entrevista a OperaWire en la que pudo analizar estos hechos y sus opiniones en torno a la obra.
Para Francesco Meli, el debut en este papel, uno de los más complejos de los escritos por Verdi, llega en un momento adecuado tanto para su voz como para su carrera. Gracias a la experiencia desarrollada en los últimos años, el tenor consideraba que estaba listo para poder abordarlo. Recuerda cómo debutó en Il trovatore en Venecia en un momento de cambio de repertorio, el cual salió bien, y consideró que volver a la ciudad de los canales para estrenarse en Otello sería de buen augurio para su resultado.
Para el tenor, el papel principal de la mencionada ópera es uno de los más exigentes de Verdi, tanto desde el punto de vista dramático como musical. Destaca la complejidad del personaje y las diferentes aristas de su conducta, algo que queda impregnado en el desarrollo de este a lo largo de la obra.
La producción en la que participa busca mostrar el lado más humano de todos los personajes, destacando el elemento psicológico que los envuelve y su avance a lo largo de la trama. Ante esta propuesta, Meli señala que ha podido comprobar la necesidad de prestar atención a lo social en el desarrollo de un título de estas características, tanto en lo personal como en lo profesional.
Recientemente, Meli señaló en una entrevista a Il Giornale que la propuesta escénica en la que participaba mostraría a un Otello que no sería racializado, es decir, no sería negro, algo con lo que no estuvo de acuerdo el tenor. Señaló que esta opinión se debe a que, para él, la imagen del negro de Venecia desarrollada por Verdi y, previamente, por Shakespeare, implicaba un mensaje antirracista en un mundo en el que la racialidad no estaba asentada y normalizada por la sociedad. Sin este dato, parte de la propia historia no se puede comprender igual, dejando de lado parte de este mensaje, el cual Meli buscaba mostrar sobre el escenario.
Para el tenor, es importante reconocer que la ópera puede ser un espacio en el que mostrar situaciones complejas sin tabúes o miedos, ofreciendo mensajes sin prejuicios a la sociedad, algo que ha ocurrido a lo largo de los siglos. Señala que comprende a aquellas personas que no están dispuestas a ser maquilladas para racializar sus rasgos de cara a un personaje, destacando la necesidad de poder abrir un debate que sea útil de cara al futuro sobre estas cuestiones. Si bien lo escénico puede tener peso, y puede llegar a ofender en determinados espacios, algo que no hay que modificar es lo musical, ya que es el elemento que el compositor busca transmitir en esencia.
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