La EMI publica una recopilación de diez compactos dedicados a la gran contralto británica Kathleen Ferrier. En una edición tan amplia tienen cabida buena parte de sus interpretaciones más relevantes.
Se inicia con un abreviado del “Orfeo y Euridice” de Gluck, uno de sus escasos papeles operísticos- grabado en 1947 que es como para poner los pelos de punta a cualquiera con un poco de sensibilidad. Pocas veces se ha escuchado un Orfeo de tal intensidad. Prosigue con varios momentos de “La Pasión según San Mateo” bachiana, entre los que se encuentra un estremecedor “Have mercy, Lord, on me” con Sir Malcolm Sargent a la batuta de 1946 y el mismo cd incluye arias de oratorios de Haendel y Mendelssohn. Tras el “Stabat Mater” de Pergolesi entramos en una parcela liderista que, aunque tenga el “Amor de mujer” de Schumann y los “Cuatro cantos serios” de Brahms –ciclos que sorprendentemente se repiten- como platos fuertes, también abarca autores contemporáneos mucho menos conocidos como Howard Ferguson o Edmund Rubra. Una selección de canciones populares inglesas cede paso a tres de los “Rückert lieder” mahlerianos y a la “Rapsodia para contralto” de Brams –dos especialidades de la casa- con Bruno Walter y Clemens Graus respectivamente. Se podría quizá haber aprovechado mejor la edición sin las citadas repeticiones y en su lugar páginas como “La canción de la tierra” que representan otros de sus hitos.
Ferrier, que murió de cáncer a los 41 años, poseía una voz extensa y homogénea de timbre profundo manejada con ejemplar musicalizad y, lo que es muy importante, fue capaz de dejar en sus grabaciones un sensación de vida muy poco frecuente. No se lo pierdan si su bolsillo se lo puede permitir. Gonzalo ALONSO