LA FILARMÓNICA DE NUEVA YORK CANCELA TODAS SUS ACTUACIONES EN EL FESTIVAL DE ÓPERA DE SEVILLA. El Mundo. Sevilla (9-07-2004)

Justo Romero
SEVILLA.- La Orquesta Filarmónica de Nueva York ha cancelado unilateralmente las seis actuaciones que tenía previsto ofrecer en el Festival Internacional de Ópera de Sevilla entre los días 6 y 12 del próximo mes de septiembre. El certamen, promovido por el empresario austriaco Michael Ecker, pierde así uno de sus mayores atractivos y entra en una nueva fase de crisis e incertidumbre tras el aparente respaldo público que hace sólo unos días –el pasado 24 de junio- recibió del Ayuntamiento de Sevilla.
La cancelación de la séxtuple presencia de la Filarmónica de Nueva York en Sevilla ya fue adelantada por este periódico hace tres semanas. La misma responde, según ha podido confirmar EL MUNDO DE ANDALUCÍA en el propio entorno de la orquesta neoyorquina, al hecho de que el “señor Ecker en absoluto nos ha dado las garantías que le hemos exigido acerca de la solvencia financiera y artística del festival”.
Según una fuente próxima a Zarin Mehta, presidente de la Filarmónica de Nueva York y hermano del director de orquesta Zubin Mehta, “la suspensión de estos seis conciertos produce importantes perjuicios a la orquesta, pero preferimos correr el riesgo de quedarnos dos semanas en blanco que aventurarnos a viajar a Sevilla sin saber realmente qué íbamos a encontrarnos allí”.
Fundada en 1842 y titularizada en su larga historia por figuras como Gustav Mahler, Arturo Toscanini, Leonard Bernstein, Pierre Boulez, Zubin Mehta o Kurt Masur, la centenaria orquesta estadounidense tenía previsto ofrecer sus actuaciones en el Auditorio de El Palenque y en el Teatro Maestranza entre los días 6 y 11 del próximo mes de septiembre. Los conciertos iban a ser dirigidos por el célebre maestro británico Colin Davis y contaban con la presencia de remarcables solistas internacionales.
Además de los conciertos en el Auditorio de El Palenque, la Filarmónica de Nueva York tenía igualmente comprometida su participación en la gala de clausura del Festival, el 12 de septiembre, donde iba a actuar en el escenario del Teatro Maestranza junto a la Orquesta Nacional de Rusia y bajo la dirección de Lorin Maazel.
Ahora, tras la definitiva cancelación de los músicos estadounidenses, será la Orquesta Nacional de Rusia la que la sustituya algunos de estos conciertos, mientras que aún está por determinar el maestro que suplirá a Colin Davis y a los solistas que deberán de actuar bajo su dirección. No puede descartarse la posibilidad de que la Sinfónica de Sevilla reemplace algunas de las actuaciones bajo la dirección de su nuevo titular, Pedro Halffter, o de de alguna batuta invitada. Resulta inverosímil –aunque no imposible- que el mismo Colin Davis asumiera la dirección de la OSS, lo que sin duda sería visto con buenos ojos por las desconcertadas y, sin duda, sorprendidas autoridades municipales, que han empeñado su palabra en el controvertido proyecto promovido por el sagaz empresario austriaco.
Otro aspecto que ha influido de manera decisiva en la drástica cancelación de la Filarmónica de Nueva York ha sido que Zarin Mehta tampoco alcanzó garantías de Michael Ecker de que las condiciones acústicas y técnicas del teatro al aire libre de El Palenque cumplieran los requisitos mínimos que requiere un conjunto de la categoría profesional y artística de la famosa orquesta neoyorquina.
Fue precisamente tras una visita técnica a las instalaciones del Palenque, a finales del pasado mes de junio, cuando los responsables de la Filarmónica de Nueva York decidieron de modo irrevocable cancelar su participación en el festival, tras estar varios meses sopesando los pros y contras de tan controvertida decisión.
Esta cancelación, tan sólo dos meses antes de las actuaciones programadas, resulta un hecho inaudito en el mundo internacional de la música, donde los compromisos se fijan con años de antelación. Ello supone un grave descrédito de la imagen de Sevilla y del festival que tan decididamente el Ayuntamiento ha decidido apoyar. “Pero hay un efecto no menos grave y que a corto plazo puede resultar aún más perjudicial”, confiesa un conocido agente de conciertos internacional que trabaja habitualmente con la Filarmónica de Nueva York: “Esta suspensión puede provocar un efecto dominó que impulse a otros artistas y agrupaciones a seguir el mismo camino, con lo que el festival promovido por Ecker podría dejar de existir antes incluso de haber nacido”. El hecho adquiere particular gravedad al producirse sólo unos días después de que Juan Carlos Marset, delegado de Cultura del Ayuntamiento de Sevilla, decidiera apoyar públicamente el festival de Ecker tras una agría polémica acerca de la financiación del mismo.
Según conversaciones de este periódico con diversos artistas participantes en el festival, muchos de ellos albergan serias dudas sobre la realización del mismo. Tal incertidumbre ha inducido a algunos de los protagonistas que figuran anunciados en la programación a recabar información en la propia Sevilla acerca de la cuestionada solvencia del proyecto.
Otro problema derivado de la cancelación de la Filarmónica de Nueva York –que Michael Ecker vendió a los incautos políticos municipales como uno de los señuelos del festival- es el de la devolución de las pocas entradas ya vendidas. Ecker se ha apresurado a cambiar en la página web del festival (http://www.opera-on-site.com) los conciertos que hasta ahora aparecían anunciados a bombo y platillo de la Filarmónica de Nueva York. En su lugar, figuran unas iniciales (Tba) que significan que todo está por determinar.
La deserción de la Filarmónica de Nueva York no es la única que se ha producido hasta la fecha. Relevante resulta también la caída de cartel de la bailarina Sara Baras, quien ha cancelado las nueve actuaciones que tenía contratadas con Michael Ecker, y que se iban a desarrollar diariamente en el Auditorio de Sevilla junto a Antonio Canales, José Mercé y Tomatito.
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