Decía Gonzalo Alonso en su comentario de fondo al concierto de Barenboim en la Plaza Mayor que su actuación “gratuita” seguro vendría seguida de contraprestaciones. Así ha sido. El director estuvo en la Moncloa con Zp -ahora los políticos se meten a programar música en vez de a hacer aquello por lo que les pagamos- y sacó una “Novena” en el mismo lugar para el año próximo. Cobrando, claro.

La más grande paletada está llegando a Andalucia con sus nuevos gestores musicales. La última de la insigne pareja Bandrés&Marset: “no hay invitaciones a la crítica para los conciertos de Barenboim anexados al Festival de Granada porque se trata de conciertos muy importantes”. ¡Toma ya! ¿Acaso no lo fueron los de Solti o Celibidache? Pues claro, ni una línea por parte de los periódicos. Estos chicos se están ganando la dimisión.