‘TOSCA’
Autor: Puccini./ Director musical: Renato Palumbo. / Directora de escena: Nuria Espert. / Intérpretes: Violeta Urmana, Marco Berti, Lado Ataneli. / Escenario: Teatro Real / Fecha: 12 de julio.

Quizá sea su propia perfección la causa de que resulte tan difícil manipularla. La obra maestra pucciniana ha logrado que el trazo magistral de sus personajes se integre de lleno en una acción sin respiro, bien situada en el contexto histórico que sirve de marco idóneo. El montaje estrenado hace siete años pretendió imponer un punto de vista que no sólo no añadía nada al drama, sino que lo confundía.
Nuria Espert, eximia actriz y apasionada del arte lírico, con la loable intención de enriquecer la historia con un toque original, convirtió al policía Scarpia en algo parecido a un clérigo inquisitorial; error flagrante, pues el esbirro reaccionario se caracteriza por una hipócrita combinación de brutalidad y beatería, al servicio de una lujuria acechante. Se aparece como un cura lascivo, se pierde la riqueza de su siniestra contradicción.
Pero toda reposición obliga a aceptarla para fijarse en los intérpretes que le dan vida, muy notables en esta ocasión.
Renato Palumbo lleva la orquesta a una incandescencia sin desmayo, que transmite la riquísima paleta de emociones que el compositor ha convertido en música; y del foso emana sangre, desgarro, angustia con el furor requerido, del mismo modo que la batuta remansa y contiene la turbulencia para paladear el transido lirismo y la áspera melancolía de unos seres apresados dentro de un círculo infernal.
Lado Ataneli es un Scarpia sólido y bien concebido a quien le falta una dosis superior de siniestro sigilo. Marco Berti es un tenor de voz abundante, de agudo pletórico y sostenida línea de canto, al servicio de un Mario Cavaradossi muy comunicativo, que mejorará con una mayor depuración. La gran Violeta Urmana es una rotunda Tosca en la estirpe de las intérpretes señeras, que absorbe la atención del espectador en un despliegue magistral de la protagonista, la hembra de rompe y rasga devorada por los celos y la mujer delicada que sólo vivía para el arte y el amor, como lamenta en su famosa aria, aclamada por el público.
Un público entregado y agradecido que aplaudió al director musical, al coro y a los cantantes, manifestando una sonora división de opiniones al comparecer los responsables del montaje. Álvaro del Amo