Temporada de A Coruña
Nucci, nueva lección magistral
“Rigoletto” de Verdi. L.Nucci, M.J.Moreno, M.Atxalandabaso, Dmitri Ulyanov, M.J.Trullu, J.A.García, etc. Orquesta Sinfónica de Galicia y Coro Polifónico El Eco. N.Castejón, responsable reposición. E.Sagi, director de escena. M.G.Martínez, director musical. Palacio de la Ópera. A Coruña, 5 de septiembre.
La temporada de los Amigos de la Ópera de La Coruña afortunadamente ha logrado mantenerse a pesar de las dudas que existían apenas hace unos meses y lo hace, al margen de algún concierto y actividades paralelas, con tres títulos: “Rigoletto”, “Elixir d’amore” y “La ópera de los tres peniques”. Un poco de todo y a gusto de todos, que es lo que toca.
El título verdiano contaba con la baza segura de Leo Nucci, el mejor jorobado en escena desde hace décadas, y logró superar las expectativas creadas tras el bombazo del Real y el muy reciente en Pekín. Estamos ante un gran artista que no necesita días de ensayos inútiles y que incluso puede “retocar” acertadamente males de las producciones. Sucedió así con la proveniente de ABAO, de mucho más tonelaje de material que de lucimiento y en la que existían algunos momentos de esos de discutible acierto, como el regreso al burdel inicial tras expirar Gilda o la relación incestuosa entre los hermanos asesinos de la posada. Toda su intervención resultó una lección magistral de un joven viejo corazón –tal como reza la canción de Giorgio Faletti- con una voz milagrosamente conservada a los más de setenta años. ¿Cuántos artistas de esta talla quedan sobre los escenarios? Naturalmente hubo lugar al bis de la “vendetta”, solicitado con ahínco por un público entregadísimo que tuvo la suerte de contar con un reparto de nivel homogéneo. María José Moreno compuso una Gilda segura en el agudo y Mikeldi Atxalandabaso, siempre gran comprimario, dio un paso de gigante al debutar sin desmayos en el difícil papel del Duque de Mantua. Su intervención revistió gran mérito, máxime cuando la partitura bordea el límite de una voz de lírico-ligero como la suya. Dmitri Ulyanov prestó su consistente voz de bajo a Sparafucile y Maria José Trullu como Maddalena, Juan Antonio García como Monterone y María José Ladra como Giovanna completaron un reparto equilibrado acompañando al gran divo.
La Coruña ha encontrado en Miguél Ángel Gómez Martínez a ese director de profesión sólida capaz de resolver las muchas papeletas que existen en este tipo de temporadas –el amateurismo del coro El Eco era una de ellas- logrando impregnar de nivel las versiones musicales. Hubo calidad y tensión en el concepto y en la forma con la que sonó la admirable Sinfónica de Galicia. Lleno total y exitazo. Gonzalo Alonso