Caminal y el Liceo
Caminal y el Liceo
Josep Caminal llevaba muchos años dirigiendo el Liceo. Realmente es el autor de la completa reforma que acabó con la tradicional estructura de propiedad y organizativa del teatro. Cuando él llegó aún existía una fuerte componente de propiedad que limitaba mucho el funcionamiento del teatro. Él negoció con la asociación de propietarios y consiguió definir una nueva estructura en dos niveles que ha permitido la incorporación de una nueva sociedad civil en forma de patrocinadores y que ha venido siendo comandada por la Caixa y más concretamente, durante años, por Josep Vilarasau. A él le correspondió lidiar los estragos del incendio de 1994 y, como buen hombre de empresa, supo encontrar oportunidades donde otros hubieran visto peligros. Aprovechó la nueva situación para finalizar la complicada expropiación de las fincas colindantes sin la que hubiera sido imposible la ampliación del teatro y su adecuación a los tiempos actuales.
Es un político proveniente de Convergencia y Unión que ha sabido utilizar esta circunstancia para bien del Liceo, porque ante todo ha sido un excelente gestor y un gestor que sabía a qué tenía que dedicarse y a qué tenía que dejar que otros lo hicieran. Así Joan Matabosch ha podido diseñar un proyecto artístico con libertad. Uno y otro han garantizado una continuidad que no ha sido factible en otros teatros.
Es un hombre inteligente, que estuvo a punto de dejar el Liceo en el verano de 2001 para convertirse en consejero delegado del Forum 2004 y que 24 horas antes de ser nombrado oficialmente decidió no incorporarse. Supo ver las dificultades del proyecto e hizo bien en no quemarse. Es un hombre conciliador. Antes de incorporarse al grupo Godó ha conseguido cumplir una de sus ambiciones: estrechar las relaciones entre Liceo y Real a través de un detallado convenio. No fue en cambio, posiblemente por timidez, una persona asequible para los medios de comunicación y apenas realizó entrevistas. Desde aquí la enhorabuena por la labor efectuada.
El Consorcio ha elegido para sustituirle a Rosa Cullell, que proviene de la Caixa, donde trabajó muy estrechamente con Vilarasau. Afortunadamente se ha escogido un perfil gestor, alguien que trabaje en el teatro y no por un nombre brillante, político, que acumule cargos. Deseémosla suerte y que, como Caminal, sepa asumir su papel y no el de otros, sepa continuar siendo el muro que proteja el Liceo de interferencias políticas.
Gonzalo ALONSO
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