Virtuosismo y emociones en la ONE
Temporada de la OCNE
Virtuosismo y emociones
Obras de Mozart, Tschaikovsky, Haydn y Debussy. Boris Berezovski, piano. Manuel Blanco, trompeta. Orquesta Nacional de España. Josep Pons, director. Auditorio Nacional. Madrid, 18 de noviembre.
El tercer concierto del tercer ciclo de la OCNE llegó con cambio de programa para su segunda parte, pero manteniendo un gran atractivo para el público, que llenó la sala. Empezó con una lectura muy asada de la obertura de “La flauta mágica” de Mozart y se cerró con un contrastado y detallado “El mar” de Debussy. De la inspiración más natural y portentosa a la traducción analítica de la naturaleza al pentagrama. En medio, cerrando primera parte y abriendo la segunda, dos conciertos con solista. El “Primero para piano” de Tschaikovsky ya no se escucha tanto como antaño y de ahí, que tras el reposo, se agradezca su nueva audición. Tuvo como intérprete a Boris Berezovski (Moscú, 1969) en una versión que huyó de la tradición romántica para ofrecer una visión más ligera y, si se quiere poética, sin caer en cursilería alguna, pero en la que sobresalieron sobre todo su envidiable virtuosismo y la amplitud de sonido.
Manuel Blanco (Ciudad Real, 1985) es trompeta solista de la ONE desde 2006. Hace apenas dos años ganó el concurso de la ARD, en donde se premia a solistas de cualquier instrumento. Fue el tercer trompetista en alzarse con el premio –la lista la abrió Maurice André- y el más joven hasta la fecha. Puso en suerte el brillante “Concierto para trompeta y orquesta en mi bemol mayor” de Haydn y lo hizo sin desmerecer del alto nivel del solista ruso previo. Sin duda supone un deber para cualquier director titular conceder oportunidades solistas a los profesores de su orquesta que lo merezcan, un aliciente para la plantilla y una enorme satisfacción para el intérprete. La mostró Blanco al dirigirse al público –incluso a los radio oyentes- antes de tocar su propina en un discurso un poco fuera de lugar pero comprensible en su situación. Si el pianista ruso tuvo el detalle en su regalo de evocar España, el trompetista español trajo los aromas latinoamericanos –quizá por lo de Cádiz- en un arreglo de uno de los tangos de Piazzola. Concierto de gancho y grandes posibilidades de lucimiento, bien aprovechadas. Gonzalo Alonso
Últimos comentarios