Gran éxito para el estreno de “Schachnovelle” de Halffter
El pasado mayo se estrenó en Kiel la última ópera de Cristóbal Halffter “Schachnovelle” cosechando un gran éxito del público con más de veinte minutos a su final. He aquí la traducción de la crítica en “Die Welt”.
Cuando canta el malvado contratenor.
Soledad sonora: El impresionante estreno absoluto de la ópera de Cristóbal Halffter según la “Novela de Ajedrez” de Stefan Zweig
Con una voz penetrante y clara de niño soprano le grita su nieto pequeño un enternecedor “Bravo”: Cristóbal Halffter se encuentra sobre el escenario de la Ópera de Kiel y es vitoreado unánimemente, tal como normalmente estábamos y estamos acostumbrados en los estrenos absolutos de Hans Werner Henze o Aribert Reiman. Este último se encuentra en la sala sentado junto a Peter Ruzicka y también sus colegas le muestran su reverencia al gran maestro de la Nueva Música.Su ópera “Novela de Ajedrez” acaba der ver la luz.
Wolfgang Haendeler le ha convertido, al compositor español con raíces alemanas, la novela de Stefan Zweig, concebida inicialmente a modo de retrospectiva y en primera persona, en una historia cronológica de forma genialmente habilidosa: en ella lucha el idealismo contra el materialismo, espíritu contra dinero, libertad contra dictadura. En el tranquilo declive del final de la ópera, con sus cuatro clarinetes tocando, suaves consonantes de siete acordes en “E” y los instrumentistas de cuerda bitonales divididos en tres, continúan pensando decididamente Haendeler y Halffter sobre su Stefan Zweig.
Su protagonista, el Dr. Berger, se convierte en víctima de los nazis en la ya anexionada Viena, sobrevive a su aislamiento manteniendo mediante el juego del ajedrez la capacidad de oposición, y al mismo tiempo descubre su división de personalidad jugando partidas contra sí mismo que,al tiempo que le llevan a la locura, le salvan realmente la vida.
Cuando al final de la guerra, en el barco de vapor “Santa María”, en su viaje de Nueva York a Buenos Aires, se atreve a jugar su primera y, al mismo tiempo, última partida contra el campeón del mundo, esta resulta ser su partida más bonita: Berger se reencuentra consigo mismo y con Viena, con el lo celebran el espíritu y los libros de Kraus, Musil, Roth, Schnitzler- y, por supuesto, Stefan Zweig, el renacimiento a un nuevo y posiblemente mundo mejor después de la hora cero.
El ya muy gastado y muchas veces refutado dicho,- es una barbarie dedicarle a Auschwitz una poesía,- obtiene nuevamente una actualidad desconocida a través de la ópera sobre el capítulo más oscuro de la historia alemana. Hitler en una figura de ópera solo se puede llevar a convertir en una caricatura bochornosa o en una humanización involuntaria del sujeto. La ópera busca la emoción. El humanista y poseedor de un gran tacto, Halffter ,solo tenía que concebir como oponente del Dr. Berger a un oficial de la Gestapo sin nombre.
La tradición impone para ello un malvado barítono mefistofélico o el tenor con carácter malvado y chillón. En cambio, Halffter crea el papel para un contratenor. Se decide por la rotura hacia lo no-masculino-femenino, escribe fortísimos que hacen surgir las venas del cantante por su gran esfuerzo, lo marca con lo absurdo de lo deformado por el propio sistema. Michael Hofmeister se mete mortalmente valiente en su papel, papel para el cual su vehemencia vocal en cambio carece de lo peligrosamente liso, demoniaco e increíblemente bonito.
¿Y la figura principal de la “Novela de Ajedrez”, merecedora de nuestra compasión? Jörg Sabrowski, reputado cantante de cámara de Kiel, dibuja un conmovedor retrato, de la casi destrucción del introvertido intelectual en su aislamiento.
En las finamente coloridas y brillantes escenas de solo, en las cuales el Dr. Berger se une a un sencillo solo de viola, el barítono desvía nuestra atenta mirada hacia el alma destrozada de un torturado. Pero, su claramente entendible recital carece, en las escenas centrales de los interrogatorios, de insistentes protestas heroicas y gritos de dolor esquizofrénicos, que Halffter conscientemente ha incluido en el papel llegando a su máximo extremo.
El elenco formado con gran cuidado muestra la admiración hacia la capacidad de rendimiento del Teatro de Kiel. Máxime cuando esa noche, la Orquesta Filarmónica, destaca sobre sí misma. El director musical, Georg Fritzsch, lleva a cabo los complejos juegos de sonido de Halffter, salpicados por citas humorísticas como la Polca de Johann Strauss como música de escenario en el barco, de forma no solo virtuosa sino con una agradable pizca de la abierta accesibilidad de Richard Strauss. El joven intendente general Daniel Karasek, que ha firmado su continuidad hasta 2020, escenifica, solo con unas pocas esvásticas , psicológicamente preciso en las cinematográfica y rápidamente cambiantes imágenes de escena de Norbert Ziemann. Ahora esta imponente obra pertenece a una gran casa: Realmente esta ópera, igual que su protagonista, tendría que “regresar” a Viena. Peter Krause
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