La oposición critica los gastos en comidas del concejal de Cultura
El edil no electo Juan Carlos Marset gastó casi 3.000 euros en almuerzos en poco más de dos meses, algo que PP y PA tildan de inadmisible
Los dos grupos de la oposición en el Ayuntamiento de Sevilla, PA y PP, han criticado duramente los gastos que el concejal de Cultura, Juan Carlos Marset, ha realizado en comidas en los últimos meses y que podrían ascender a casi 3.000 euros. Ambos partidos políticos utilizaron calificativos como “inadmisible” o “despilfarro” para definir más gráficamente su denuncia.
El concejal del PP en el Ayuntamiento de Sevilla Gregorio Serrano exigió, por un lado, al edil de Cultura que “no traslade su despacho a los comedores de los restaurantes”. Según publicó ayer el diario El Mundo, Marset justificó en el Ayuntamiento facturas por valor de 2.895 euros en comidas en restaurantes de la ciudad en poco más de dos meses, lo que Gregorio Serrano calificó de “inadmisible, desproporcionado y fuera de toda racionalidad”.

“Si el resto de concejales de gobierno gastaran casi 3.000 euros en mes y medio en comidas de trabajo, tendríamos que dedicar 48.000 euros mensuales a estos menesteres”, añadió, y apuntó que “estas actitudes no ayudan a trasmitir una imagen positiva y austera del gobierno de Sevilla”. Por el contrario, aseguró que “este tipo de despilfarro produce gran indignación entre los ciudadanos, sobre todo los que necesitan cuatro o cinco meses para cobrar su salario o pensión por esa cantidad”.

Por su parte, el portavoz adjunto del PA, Antonio Ardila, criticó el “despilfarro” de Marset y le recordó que “cuenta con estupendos despachos donde reunirse con perfecta comodidad”. Ardila calificó de “derroche inasumible” los casi 3.000 euros que el Consistorio tendrá que abonar para sufragar las comidas del edil.

“No son necesarias las comidas de trabajo para agasajar a algunas personas que son también cargos públicos municipales o de otras administraciones”, añadió, y aclaró que éstos “no son gastos de representación o de protocolo”. Asimismo, el edil lamentó que “entre comidas y viajes injustificados que no aportan nada a la ciudad, se está cayendo la fuerza y el presupuesto de los ciudadanos”.

En este sentido, Ardila recordó que “se deben ocho millones millones de euros a ONG por el desarrollo”, lo que supone un “incumplimiento del 0,7 por ciento”, y agregó que “las políticas sociales brillan por su ausencia, mientras que las comidas y los viajes están a la orden del día”.

Gregorio Serrano, sin embargo, fue más allá, y realizó diversas referencias a otros escándalos similares protagonizados en este caso por el propio alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, como el polémico viaje al Festival de Cine de San Sebastián. El edil popular afirmó que la actitud de Marset no es un “hecho aislado”, ya que “el PP lleva muchos meses denunciando la política despilfarradora del alcalde, en comidas y viajes, en un Ayuntamiento con una penosa situación financiera y económica y una deuda que supera los 527 millones de euros”.

Para Serrano, este “dispendio injustificable” forma parte de “la cultura del despilfarro que Monteseirín ha instaurado en su gobierno municipal, viviendo a cuerpo de rey a costa de los sevillanos”, por lo que consideró que éste “no tiene autoridad moral para dar ejemplo a sus delegados y colaboradores, que no hacen sino imitar su modus vivendi en cuanto a gastos en comidas y viajes”.