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Por Publicado el: 17/01/2014Categorías: Artículos de Gonzalo Alonso

El Viñas 2014

En el origen del Premio “Francisco Viñas”  se halla el célebre tenor catalán, que siempre apoyó a los cantantes jóvenes. Nació en Moyá en 1863, en una familia de labradores y él mismo fue pastor antes de trabajar en una cerería que suministraba velas al Liceu. A él se debió en buena parte la consolidación de Wagner en nuestro país, siendo aún hoy recordadas sus interpretaciones de Lohengrin, Tristan, Parsifal y Tannhäuser. El doctor Jacinto Vilardell, padre de la esposa de Viñas, instauró en premio en 1963.

Los concursos de canto, como los de cualquier otra especialidad, pasan a la historia en función de la historia que desarrollen aquellos a quienes premien. El Viñas lucha año tras año por mantenerse y ampliar su difusión, siendo numerosas las instituciones públicas y privadas que lo apoyan. Miguel Lerín, descendiente de Viñas, es hoy su alma y quien vigila escrupulosamente su alto nivel de prestigio y seriedad. En él no hay cabida para esos apaños a los que nos tienen acostumbrados tantos certámenes. De ahí la fama que ha logrado crearse a lo largo de sus ya 51 ediciones, aunque el nivel se ha resentido con la avalancha de voces procedentes de Asia o de los estados de la antigua URSS. Y si la dotación económica de los premios es importante, aún lo es más el hecho de que los dos primeros ganadores se incorporan a los repartos de temporadas en el Real y Liceo.

Posiblemente fue en la década de los setenta cuando le salieron las muelas del juicio con el premio a Elena Obratsova, rápidamente estrella de la ópera y aún hoy figura con enorme poder en Rusia. La rumana Nelly Miricioiu en 1974, Ewa Podles en el 81, Denia Mazzola en el 83, la coreana Sumi Jo en 1985 que incorporó su país a los circuitos líricos, Olga Borodina en el 89 o esa Violeta Urmana en el 92, que en estos días canta Isolda en Madrid, son parte de los hitos de una lista en la que también figuran Vaduva, Rost, Mazzola, Millo, Schnitzer, Gallo, Rydl, Fraccaro, Sardinero, Nafé, Pierotti, Machado, etc y, entre los españoles, Sardinero, Orán, Bayo, Fresán, Ombuena, Sala,  Rey, María José Moreno… En fin, que aún sin premio hasta las posteriormente muy famosas Aprile Millo o Cristina Gallardo-Domás han pasado por el Viñas. Eso es hacer historia.

El jurado de esta edición cuenta, entre otros, con Siegfried Jerusalem, Birgitta Svedén, Juan Pons, Gabriela Tucci, incluyéndose en él representantes de los teatros Real, Metropolitan, Covent Garden, París, Scala, Hamburgo y Estocolmo. Tras las pruebas preeliminares en París, Nueva York, San Francisco, Madrid, Milán, Londres y Hamburgo, comenzaron las eliminatorias el pasado día 8. Ayer se dieron a conocer los nombres de los ganadores: Seyoung Park, Junghoon Kim, Anna Patalong, que mañana ofrecerán un concierto en el Liceo. Esperemos que alguno de ellos alcance el renombre de antecesores. Gonzalo Alonso

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