Fallece Lluis Andreu

El director artístico que llevó al Liceo a sus años dorados y reabrió la Maestranza

La Razón, 08//04/2014

Empezó una carrera profesional como barítono debutando en el Gran Teatro del Liceo en 1956 tras sus estudios de canto en España y Milán. Tras una década como cantante se incorporó a la agencia artística de Carlos Caballé, una de las más prestigiosas del mundo, desde donde onoció y siguió la carrera de numerosos intérpretes internacionales, muchos de ellos españoles como la propia Montserrat Caballé, Josep Carreras, Joan Pons o Plácido Domingo.

Cuando se creó el Consorcio del Gran Teatro del Liceo, con el que entraron las instituciones públicas en la gestión del coliseo barcelonés, fue su primer director artístico, una etapa entre 1981 y 1990 en la que Luis Andreu participó en la contratación de numerosos artistas de  de relieve internacional como Peter Hofmann, Carlo Bergonzi, Luciano Pavarotti, Cristina Deutekom,  Alfredo Kraus, Plácido Domingo,  Mirella Freni, Montserrat Caballé, Jaime  Aragall, Josep Carreras y tantos otros. También supuso una destacada mejoría de la calidad de la Orquesta Sinfónica y, el Coro del Liceo con la contratación de Uwe Mund, Romano Gandolfi  y Vittorio Sicuri.

Posteriormente, ocupó el mismo cargo en el Teatro de La Maestranza de Sevilla, donde se encargó de los eventos operísticos de la Expo de 1992 en Sevilla junto a Plácido Domingo. Allí presentó un inolvidable concierto conjunto con los mejores intérpretes españoles desde  Plácido Domingo, Alfredo Kraus, Montserrat Caballé, Teresa Berganza, Joan Pons a Pedro Lavirgen y diversas producciones operísticas de algunos de los teatros más importantes  del mundo como el Teatro alla Scala de Milán, la Staatsoper de Viena, la Opéra de París o la Metropolitan Ópera de Nueva York, etc., con directores de la talla de Claudio Abbado, Riccardo Muti, James Levine o Zubin Mehta.  Posteriormente, se dedicó a participar como jurado en diversos concursos internacionales de canto como los de las ciudades de Logroño o Irún y a apoyar la carrera de algunos jóvenes cantantes.

Siempre destacó por su interés por la calidad de los cantantes y de las puestas en  escena, destacando la época dorada de los años setenta y ochenta y criticando en época actual que en el Gran Teatre del Liceu se pudiesen presentar repartos populares, ya que creía que ello debía ofrecerse en teatros menores, y distanciándose de las producciones modernas poco vinculadas con los libretos originales. En los largos meses que estuvo en el hospital nunca se alejó de sus numerosas fotos en el Gran Teatro del Liceo y en Sevilla junto a los grandes cantantes   internacionales, especialmente de la Caballé, Carreras, Domingo y Pavarotti. Fue una persona entrañable, activa, trabajadora, siempre educada, amiga de sus amigos y para la que la ópera era toda su vida, dejando espacio también para el deporte. Murió el pasado domingo 6 de abril a los ochenta años de edad en su casa de Barcelona y será enterrado hoy en el panteón  familiar en Mataró. Fernando SANS RIVIÈRE