Gustav MahlerJugenorchester. Dir.: David Afkham. Obras de Wagner, Berg y Mahler (martes, 22) y Berg, R. Strauss y Bruckner (miércoles 23). Entre 48 y 130 €.

Ya queda menos para que David Afkham se sitúe al frente de la Orquesta Nacional de España. Falta le hace a la primera orquesta del Estado una mente que ponga orden musical en la agrupación. Josep Pons, el último director que ostentó el cargo de titular, hizo un buenísima labor administrativa, de gestión y artística, pero, a mi entender, le faltó músculo musical, que es lo que la ONE -un grupo en continua transformación cuyas metas nunca hemos podido conocer con precisión- siempre ha necesitado. Medios los tiene, pues no se le niega el pan de la transformación, puesta de manifiesto en las últimas temporadas por la posibilidad de poder contratar  músicos jóvenes con talento. Pero la Orquesta tiene todavía más de un maestro con excesivo talante funcionarial,deshaciendo lo andado por el grupo, que, además, o quizá por eso, sigue adoleciendo de personalidad sonora .

Bien. Este es el panorama con que se va encontrar el joven David Afkham, en cuyo indudable talento no solo debemos confiar, sino del que debemos esperar que ayude a que se produzca la tan deseada transformación: conseguir de una vez por todas un grupo  que solo ande preocupado por la música que interpreta, y que esa preocupación tenga solo cara musical.

Hasta entonces tendremos –como sucede ahora- ocasiones diversas para poder valorar a Afkham en sí mismo, es decir como director de orquesta, como va a suceder estos días en Madrid, gracias a Ibermúsica, que siempre está al quite en este tipo de asuntos. Van a ser dos conciertos con una orquesta bastante especial: la Gustav MahlerJugenorchester.  ¿Qué tiene de especial? Pues dos cosas que se pueden leer en una, que es buena y que es de jóvenes, un doble mensaje que solemos ver compendiado en un solo concepto: gente que –con mejor o peor calidad según los casos- hace música, y solo música. De manera que seguramente serán dos conciertos en los que todos aquellos a los que nos vuelve locos la música disfrutaremos desde el minuto uno. Veamos el repertorio.

Hay en ambos conciertos una obra de, digamos, segunda parte: en el primero, la Cuarta de Mahler; en el segundo, la Séptima de Bruckner. Como se ve por la elección, este señor no se anda por las ramas; repertorio sinfónicocentroeuropeo puro y duro. El primero de los conciertos se completará con el ciclo Siete Lieder de Juventud, de AlbanBerg (1908), canciones de honda influencia brahmsiana, pero también con reminiscencias de Richard Strauss, y el preludio del acto tercero del Parsifal wagneriano. La soprano será ChristianeKarg. En el segundo estarán las Cuatro Últimas Canciones de Richard Strauss, y las Tres piezas para orquesta op.6 del mismo Berg. Aquí la soprano será Emily Magee.

Muy interesantes programas, por su simetría y, a la vez, línea histórica (Wagner-Bruckner- Mahler-Berg) . Dar seguidas estas obras es un síntoma de inteligencia estética, pero también una declaración de principios. Parece que David Afkham, cuando llegue a la ONE, tendrá que bregar lo suyo para hacer ver a más de uno la enorme fuerza que tiene el romanticismo clásico. Fuerza interpretativaversus fuerza formativa. Pedro González Mira