El encanto de Graham
EL ENCANTO DE GRAHAM
Obras de Mahler y Chaikovski. Susan Graham, mezzo. Orquesta Titular del Teatro. Director: Tomás Hanus. Las noches del Real. Madrid, 21-5-2014.
Susan Graham (Roswell, Nuevo México, 1960) posee una voz muy interesante de mezzosoprano lírica, de grato y claro color. Centro bien asentado, con notas redondas y tersas, primer agudo de menor empaque y zona superior desahogada y pulcra, que clarea y adquiere timbre de soprano. En los graves el sonido se hace mate y débil, lo que en ciertos momentos del concierto se hizo muy evidente, así en el lied “Die zwei blauen Augen von meinem Schatz” (Los dos ojos azules de mi tesoro), cuarto del ciclo del “Camarada errante”, que era la obra que la había traído de nuevo a Madrid, donde ya ha cantado varias veces: en el Real una “Iphigenia” de Gluck y en la Zarzuela distintos recitales.
Fue una pena que la artista no estuviera presente en toda la velada. Dejó detalles de buen gusto: pianos fáciles, reguladores, fraseo incisivo e intencionado, matización elegante, bien que a veces echáramos en falta, sobre todo en el tercer lied, “Ichhab’ einglühendMesser” (Tengo un candente cuchillo), un mayor sabor dramático. Esbelta y sonriente, simpática, bien ataviada, la cantante regaló una estupenda interpretación de “Rheilegendchen” (Leyenda del Rin). Luego nos metimos de hoz y coz en el turbulento y sensual mundo de la “Sinfonía nº 4” de Chaikovski, que dirigió, con movimientos algo dislocados y continuos meneos de cabeza, el checo Tomás Hanus, un músico notable, que imprimió una desusada velocidad al Allegro con fuoco final.
Hubo detalles de clase en la vehemente versión, como en la exposición por el clarinete (muy bien Méndez) del tema valsístico del primer movimiento, bien contrapunteado por las cuerdas. Los chelos se lucieron en el final del Andantino. En el Scherzo los “pizzicati” no fueron del todo precisos, pero el aire y las dinámicas estuvieron en su sitio. Como lo estuvo el conjunto en el acompañamiento a Graham, que fue cuidadoso, bien que escasamente coloreado o refinado. Le falta a Hanus ese toque de finura, ese sentido pictórico que pueda establecer un horizonte sonoro más rico, mayor brillo tímbrico. Arturo Reverter
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