Plácido Domingo se resiente
Plácido se resiente
En la representación de “Il Trovatore” de Salzburgo transmitida por Arte y la ORF la semana pasada se veía a Plácido sudar la gota gorda mientras sus compañeros de reparto no lo hacían. Era más que obvio que algo sucedía físicamente, pero también vocalmente. El tenor sufría y hacía sufrir a los espectadores, destemplado y a veces incluso desentonado, lo que es raro en él, y siempre fatigado, sin fiato para terminar las frases. Esto último fue también patente en la función del estreno.
Al margen de la comunicada infección, sería conveniente que Domingo y su entorno reflexionasen sobre una carrera que debería corregirse. Hay papeles de barítono que están fuera de sus posibilidades y el Conde de Luna, como Nabucco, es uno de ellos. La reflexión es más necesaria tras las críticas recibidas en su último concierto madrileño. Entonces hasta Vela del Campo en El País puso muchas objeciones y en Salzburgo ha sido Rubén Amón en El Mundo, tan ligado a él en los últimos años tras la publicación de su libro, quien ha tenido que admitir que algo ya no funciona. Sería una pena que una carrera mal enfocada en esta última fase pueda hacernos olvidar todo cuanto nos ha hecho disfrutar en el pasado quien ha sido uno de los grandes cantantes, artistas y músicos de las últimas décadas. En la historia hay ejemplos de retiradas ejemplares y también de lo contrario. Plácido debe pensarse cómo quiere permanecer en nuestros recuerdos. Gonzalo Alonso
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