OTRA VEZ, LA RADIO
OTRA VEZ, LA RADIO
Por una carambola que no viene a cuento, me he interesado en los últimos días por la música del mexicano Mario Lavista (1943), último Premio “Tomás Luis de Victoria”. Y, recién llegado del mar, como esta semana no tenía mucho de qué hablar en esta esta página, he pensado que a lo mejor podrían de alguna manera interesar esas impresiones.
Vi en su día (junio de este año) algunas pequeñas reseñas en la las dos revistas españolas especializadas en música clásica de mayor implantación, Ritmo y Scherzo, acerca de la concesión del premio de la SGAE a Lavista, pero no reparé en el asunto; seguramente porque no había escuchado nada del autor de la ciudad de México, pero también por la asepsia con que se trataba el asunto, muy respetando la necesidad de las formas y con poco interés por entrar en el fondo. Ahora, al indagar algo más, me he encontrado con que de nuevo Radio Nacional de España es un lugar en el que uno se puede llevar muchas sorpresas agradables. Así, tras mi encuentro con las biografías de turno y las reseñas más o menos interesadas, me encuentro en los podcasts de Radio Clásica una entrevista de mediados de junio que Eva Sandoval le hizo al maestro. Una excelente entrevista, muy musical, de un importante nivel técnico, gracias a la cual no solo sé ya mucho más de Lavista, sino que se me han abierto otros caminos para entender y disfrutar su música. Pero no acaba aquí la cosa; en los podcasts de Radio Exterior encuentro, en un programa llamado Hora América, dirigido por Teresa Montoro, otra entrevista con Lavista, esta vez una aproximación más humana y distendida, un poco la propia de un magazin. Al escuchar la primera, uno se entera cómo le fue al compositor con sus maestros, los grandes Carlos Chávez y Rodolfo Halffter, sus relaciones con Stockhausen, su pasión por la música electroacústica, cómo se planteó utilizar las formas circulares en su magnífica ópera Aura, sobre textos de Carlos Fuentes, cómo entiende él la religiosidad en la música o, quizá uno de los aspectos más significativos del sonar de su música, la utilización de instrumentos folclóricos. Sin embargo, tras la escucha de la segunda nos enteramos de qué clase de caballero es Mario Lavista: un hombre sencillo, amable, discreto y sabio; una persona de fuerte raigambre española, con ancestros toreros incluso; y desde luego un anti-divo nato, muy consciente de pertenecer siempre en su quehacer a una parte y no al todo. En fin, les podría dar más de un nombre de compositores que hubieran llevado mal ese tono, exento de pedantería y lleno de pensamientos sencillos pero de gran calado creativo. Una verdadera gozada, en un tono bien distinto al que solemos encontrar en las gentes del más acá; allá, tras cruzar el gran océano, son bastante más educadas y cultas. Pero claro, eso acá no lo sabemos porque nadie nos lo cuenta. Mucha madre patria, pero ¿sabemos de verdad lo que está sucediendo en Latinoamérica?
Si alguien se pregunta qué razones he podido tener para haber desembarcado este asunto en plena canícula veraniega, (además de haberme encantado algunas de la sobras de Lavista; por ejemplo, el cuarteto Reflejos de la noche, o Marsias, para armónica de cristal, o los extractos de Aura a los que he tenido acceso) contestaré que, una vez más, el asombro y la admiración que me causan los profesionales de las emisoras de RNE llamadas “menores”, sin cuyas decisiones (de ellos, no de sus superiores, siempre preocupados por salvar el mundo y ese tipo de pequeñeces) los ciudadanos de a pie seguramente no nos enteraríamos de algunas cosas; cosas dela Cultura, naturalmente, pues la política y adláteres andan con fuerza en sus hermanas mayores, las generalistas, en realidad las únicas de las que se preocupan los que están arriba, por el asunto ese del voto. Es lo que hay. Pedro González Mira
Nota importante: El CNDM ha encargado un cuarteto de cuerda a Mario Lavista, que se estrenará la próxima temporada. Lo harán cuatro chicos de la Orquesta Simón Bolívar, sus cuatro primeros atriles.
Gracias Maestro! Un abrazo. Eva