Temporada del Palau de les Arts
Dos maestros conquistan a Luisa Fernanda
“Luisa Fernanda” de Moreno Torroba. D.Rodríguez, P.Domingo, I.Rey, C.Albelo, M.J.Suárez, V.Esteve, etc. Ballet de la Generalitat, Cor de la Generalitat Valenciana y Orquesta de la Comunidad Valenciana. E.Sagi, dirección escénica. J.Bernàcer, dirección musical. Palau de les Arts. Valencia, 22 de diciembre.
Hace unos diez años que Emilio Sagi transformó en Milán lo que iba a ser una “Luisa Fernanda” en concierto en algo más, añadiendo vestuario y cuatro elementos accesorios. Resultó un triunfo. Hace ocho años completó la producción en el Teatro Real y ahora llega a Valencia para demostrar que los años no pasan por ella. Un magnífico ejemplo de cómo quitar caspa al género, planteando una escena convencional y moderna al mismo tiempo, llena de luz, de bellísima y variada estética a pesar de basarse fundamentalmente en los tonos blancos. Sagi demostró su gran conocimiento del género tan familiar para él.

Se puede entender que un director joven quiera disfrutar cuando se le brinda la oportunidad de tener en sus manos una orquesta de la calidad de la del Palau de les Arts, pero no disculpar que se emborrache de ella hasta el punto de incluso perjudicar las romanzas de los protagonistas. Los cuatro principales tuvieron que luchar contra el abuso sonoro del foso. Quien se llevó la peor parte fue la propia Luisa Fernanda, ya que además la voz de Davinia Rodríguez no es la más adecuada para el papel. Quedó lejos de María José Montiel y Nancy Fabiola Herrera en las citadas representaciones. En cambio Isabel Rey mostró sus enormes tablas a la hora de componer vocal y escénicamente a Carolina. Bien el reparto de secundarios.

Capítulo especial merecen Celso Albelo y Plácido Domingo. El primero, amén de por su facilidad en el agudo, por su elegancia, legato y la técnica con la que ofrece detalles de gran nivel. Así la forma de pasar del forte al piano para filar y volver a crecer en el final de alguno de sus dúos. Precioso el “Apacible rincón de Madrid”. Estaría de más volver al tema Domingo tenor o barítono, como lo estaría también detenernos en consideraciones sobre las diferencias vocales de Vidal en estos ocho años. Lo que importa es que no hay nadie -¿lo hubo alguna vez?- que frasee como él la zarzuela. Su padre cantaba a Vidal y él lo lleva en el alma. Podría citarse cada frase de “Por el amor de una mujer”, pero me quedo con dos frases musicales: “Montaraza de mis montes…” y esa inigualable “Ay de mi morena, morena clara…”. ¡Qué gusto da escucharte! Y también a Albelo. Dos maestros. Gonzalo Alonso