“El Señor de los Anillos”, espectáculo extraordinario
UN ESPECTÁCULO EXTRAORDINARIO
Orquesta y Coro Nacionales de España
SHORE: “El Señor de los Anillos” – Parte 1ª: ‘La Comunidad del Anillo’. Proyección de la película de Peter Jackson, 2001, con interpretación en vivo de la música. Clara Sanabras (vocalista), Javier Ronco (solista infantil). Escolanía del Sagrado Corazón de Rosales, Coro y Orquesta Nacionales de España. Dir.: Shih-Hung Young. Auditorio Nacional de Música, Madrid, 2 y 4 de enero de 2015.
¡Menuda forma de empezar el año! La Orquesta y el Coro Nacionales de España se han apuntado un tanto colosal de programación y de captación de nuevos públicos con esta aventura, absurdamente temida por unos y descalificada por otros en las semanas previas a los dos conciertos, esto es, pasar en pantalla –un único reparo a lo visual, quizá el lienzo debería haber sido más grande- el film de 3 horas de duración de Peter Jackson que abre su “itinerario Tolkien”, ¡en versión original y con subtítulos, gran acierto, también previamente criticado!, sin las pistas de la banda sonora, interpretadas en escena por solistas, coro y orquesta. Un Auditorio Nacional a rebosar, vendida toda la taquilla, con familias enteras, y espectadores, tanto entonces de la trilogía como público novel, asistió con atención y silencio casi religiosos, que ya querríamos en muchos conciertos al uso, a las casi 3 horas y medio de espectáculo con descanso, tras del que no hubo defecciones –también increíble- y que terminó con entusiasmo desatado de tan magnífica audiencia.
La primera reflexión, obvia, es que las casi quince horas de música compuestas por el canadiense Howard Shore (Toronto, 1946) para las dos trilogías de Jackson (“Señor de los Anillos” y “Hobbit”) constituyen una proeza artística casi digna del otro “Anillo”, el de Wagner. Shore, infatigable “Juan Palomo”, compositor y orquestador de su obra, ha construido en estos trece años alternos un edificio sonoro impactante, recurriendo, claro, a la magnificencia sonora orquestal y coral que reclaman los grandes momentos fílmicos, pero hacienda gala, a la par, de un intimismo instrumental de gran maestro de la ambientación. Su trabajo en la primera película, “La Comunidad del Anillo”, presenta temas y motivos que hoy ya son indisociables de personajes y escenas. Recrear, aún más sincronizar, y todavía más concertar todo esto, fue tarea impagable del músico de Taiwán Shih-Hung Young –conviene retener su nombre-, especializado en este tipo de lances musicales, que vive (y hace vivir) con pasión hasta el último recoveco de la magna partitura de Shore. Formidable la Orquesta Nacional en todas sus secciones, aunque los metales y la percusión dominaran no pocos instantes de la obra, y a su misma altura el Coro Nacional, que desde su primera entrada, imponente en justeza y afinación, justificó la labor de su director García Cañamero. Frente al coro, en los laterales de la sala, la Escolanía del Sagrado Corazón, impecable, hasta en la intervención, nada fácil, de su solista infantil, Javier Ronco, en el tramo final del conjunto. Clara Sanabras cantó con gusto y claridad el “May it Be” de Enya en el film y los otros solos vocales de la composición. Y ahora a por las otras, que el éxito está garantizado. José Luis Pérez de Arteaga
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