Zarzuela! en El Baluarte: un buen espectáculo, mediocre vocalmente
ZARZUELA!: THE SPANISH MUSICAL
Auditorio El Baluarte de Pamplona. 21 Febrero 2015.
Este espectáculo, concebido y producido por Jorge Rubio Quintana, no es sino la continuación de aquellos de José Tamayo, que llevaban por título Antología de la Zarzuela y que recorrieron durante años la geografía nacional e hicieron salidas al extranjero. Esto mismo es lo que pretende hacer ahora su productor, es decir ofrecer una antología de la zarzuela española y pasearla por el mundo, añadiendo lo del musical español en el frontispicio del espectáculo.
Evidentemente, se trata de ofrecer una selección de fragmentos destacados de zarzuelas, bien seleccionados y entre los que se encuentran unos cuantos que nunca pueden faltar en una antología de este tipo. El espectáculo funciona de manera notable escénicamente, con una dirección musical eficaz y un reparto vocal claramente mejorable.
El espectáculo escénico lleva la firma del argentino, afincado en Madrid, Gustavo Tambascio y ofrece el mismo con un hilo conductor, consistente en la presencia del inglés Lord Arlington (Javier Ibarz), ansioso de conocer la zarzuela, al que acompaña el personaje de La Zarzuela (Milagros Martín), quienes en cortos diálogos intencionados nos van presentando los distintos fragmentos. La producción escénica cuenta con una simple escenografía de Daniel Bianco, quien con buen criterio deja un amplio espacio en el escenario, mostrando apenas unos marcos al fondo, que sirven para encuadrar unas alusivas y atractivas proyecciones de imágenes y videos (Álvaro Luna). El vestuario de Jesús Ruiz es muy adecuado y colorista, contando la producción con una buena iluminación, obra de Felipe Ramos. En el espectáculo tiene un gran protagonismo la coreografía de Carlos Vilán, que es la parte más atractiva del mismo. En resumen, es un espectáculo atractivo y bien hecho, que puede gustar allí por donde pase. En la producción han colaborado el Teatro Calderón de Valladolid y El Baluarte de Pamplona.
En la parte musical se cuenta con la dirección eficaz de Jorge Rubio, batuta experta en estas lides, que lleva a buen puerto el espectáculo. En esta ocasión estaba a sus órdenes la Orquesta Sinfónica de Navarra, que tuvo una buena actuación, y el Coro Premier Ensemble, que fue de más a menos a lo largo del espectáculo, cubriendo bien su cometido en términos globales. Como digo más arriba, lo mejor del espectáculo fue el Ballet Producing Emotions, con sus bailarines principales, Sara Chamorro y David Sánchez al frente.
El reparto vocal estaba formado por cuatro solistas, entre los que se encontraba como principal foco de interés la presencia del tenor Sergio Escobar, en carrera ascendente, que viene de cantar en la Norma de Sevilla, donde ha cosechado buenas críticas. Lamentablemente, el tenor toledano canceló por supuesta enfermedad, siendo sustituido, como se anunció por megafonía, por Enrique Ferrer, que no pasó de salvar el espectáculo, resultando bastante mediocre. Entre sus compañeros de reparto estaba la soprano asturiana Beatriz Díaz, que lo hizo razonablemente bien, con el hándicap de unas notas graves insuficientes en varias ocasiones. El barítono gallego Borja Quiza me dejó una impresión favorable, dando sentido a lo que canta, aunque no estaría de más que evitara sonidos abiertos que afean su canto en más de un momento. Finalmente, la mezzo soprano Belén Elvira no pasó de la mediocridad. Milagros Martín cantó además de llevar el hilo de la narración, ofreciendo, como siempre, gracejo y una voz no muy atractiva. El actor Javier Ibarz también se arrancó con alguna que otra breve frase en los conjuntos.
El espectáculo puede tener recorrido, si se sabe vender. Me parece irreprochable en cuanto a atractivo escénico y en cuantos números piden la presencia de un cuerpo de baile, que es lo mejor del espectáculo. Queda la duda de cómo se resolverá en otras plazas la presencia de orquesta y coro. Finalmente, considero que, especialmente, si se quiere exportar el espectáculo, hay dos puntos de mejora evidente. Por un lado, hay que cuidar mucho más la calidad vocal de los solistas, para lo que no faltan voces actualmente en España. Por otro lado, el espectáculo resulta excesivamente largo, sobrepasando con creces lo previsto en el programa de mano. Las supuestas 2 horas y cuarto anunciadas se vieron alargadas en casi media hora adicional.
Se han ofrecido dos representaciones del espectáculo en Pamplona, siendo ésta la segunda de ellas. La entrada rondaba el 75 % del aforo, lo que es bastante habitual en Baluarte. El público aplaudió todos los fragmentos, obteniendo las mayores ovaciones los números con presencia del ballet, especialmente los Intermedios de la Leyenda del Beso, La Boda de Luis Alonso y El Caserío.
El espectáculo comenzó con ocho minutos de retraso y tuvo una duración de 2 horas y 58 minutos, incluyendo un intermedio de 20 minutos. Cinco minutos de aplausos.
El precio de la entrada más cara era de 46 euros, siendo el precio de la más barata de 26 euros. José M. Irurzun
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