Un Macbeth de calidad devuelve el pulso operístico a Lisboa
Lisboa. Teatro Nacional de Sao Carlos. 21-II-2015. Verdi, Macbeth. Ángel Ódena, Elisabete Matos, Enzo Peroni, Giacomo Prestia, Marco Alves dos Santos, Bárbara Barradasr. Director musical: Domenico Longo. Directora de escena: Elena Barbalich.
Después de años duros, y tras aplicar una solución de emergencia en la temporada 2013-2014, el Teatro Nacional de Sao Carlos, sede de la ópera lisboeta, muestra signos evidentes de recuperar su normalidad en este nuevo curso, que arrancó el pasado mes con la producción del Teatro de la Zarzuela de Madrid de Los diamantes de la corona, de Barbieri. Para la primera propuesta operística, cuyo estreno tuvo lugar el sábado 21 y estará en cartel hasta el 1 de marzo se ha elegido Macbeth, décima creación de Giuseppe Verdi y primera de las tres suyas inspiradas en obras de William Shakespeare -le siguieron Otello y Falstaff– , mientras una cuarta, Rey Lear, quedó en proyecto.
Macbeth es un título unido a la tradición operística de este teatro con tanto sabor, donde se pudo escuchar por primera vez en enero de 1849, a menos de dos años de distancia de su estreno absoluto en Florencia. A partir de ese momento, el melodrama en cuatro actos, tal como lo describen Verdi y su libretista, Francesco Maria Piave, se convirtió en familiar para el público de la capital portuguesa, si pensamos que hasta 1905 se había programado en 15 ocasiones. Desde entonces, Macbeth pasó a segundo plano. Hasta el punto de olvidarse más de medio siglo, siendo recuperada en 1960 con Carlo Felice Cilario en el foso y, en 1981, con García Navarro y Renato Bruson en el papel titular. Para esta ocasión, en un proceso lógico de abaratar costes, se ha recurrido al último montaje del San Carlos, firmado en 2007 por Elena Barbalich que, a pesar de un vestuario a veces discordante, ha mantenido en buena medida su frescura. Especialmente en las escenas de las brujas en bosque de Birnam, bien iluminadas por Giuseppe Ruggiero.
Al tarraconense Ángel Ódena le ha correspondido el papel titular. Conocido ya en el teatro, donde el pasado año se le pudo ver en El Gato Montés como Juanillo, papel que le valió el Premio Campoamor, Ódena, con buena presencia y voz potente, sirvió un deslumbrante Macbeth, de elegancia bien matizada, que reafirma su calidad de barítono verdiano. Como tendrá ocasión de demostrar en la Traviata de Madrid el próximo mes de abril. El público le demostró su devoción aclamándole en el Pietà, respeto amore, preludio de la gran ovación final.
Junto a él, como temida Lady, la soprano portuguesa Elisabete Matos, la voz más internacional que ha dado el país en los últimos años. Matos conoce el papel que ha interpretado incluso en Salzburgo a las órdenes de Riccardo Muti. Valiente en la elección de repertorio, después de haber abordado los grandes roles del verismo –sin faltar Tosca, Turandot o Gioconda– no ha dudado en abrazar la fe de Wagner, y eso acaba pasando factura en los agudos algo abiertos, que ella sabe controlar, y que Verdi, dada su concepción del personaje, habría aceptado sin rechistar. Sobre todo, por las agilidades de Matos, así como por su dominio en los territorios medios y bajos. Diva en casa, con buena madera dramática, su salida final para recibir los tributos del público, fue tan apoteósica como era de esperar.
Destacable asimismo Giacomo Prestia. El bajo florentino especializado en papeles de Verdi, sentó cátedra una vez más como Banco, y el público se lo reconoció. Bien en sus cometidos, el tenor Marco Alves dos Santos, un Malcom, de bella voz, así como Barbara Barradas, Enzo Peroni y Joao Oliveira (el aya, Macduff y el médico, respectivamente).
El foso estuvo perfectamente atendido por Domenico Longo. Como hiciera el último año en el Teatro de la Zarzuela de Madrid enfrentándose al doblete Pagliacci-Black…, este alumno de Donato Renzetti supo llevar la orquesta con maestría y aplomo, consiguiendo unos sonidos grandes, dotando al espectáculo del armazón dramático preciso. Excelente el trabajo del coro del Teatro: muy bien concebidas en el apartado canoro y actoral las intervenciones de la brujas en Birnam y, al completo, dejando clara su calidad, en el esperado Patria oppressa, que buena parte del público de un teatro lleno, seguía con ganas de unirse a los cantantes. Juan Antonio Llorente
MACBETH,Lisboa
MACBETH,Lisboa