Fernández-Cid, 20 años después de su muerte

El crítico de ABC fue durante medio siglo el gran narrador musical de España

Se cumplen veinte años de la muerte de Antonio Fernández-Cid, fulminado por un infarto cuando estaba a punto de iniciar una conferencia sobre «Turandot» en la bilbaína temporada de la ABAO. La impresión que causó el suceso tuvo su reflejo en las páginas que ABC, repletas de recuerdos y referencias sobre el crítico musical. Volver sobre ellas ayuda también a entender el papel que la propia crítica desempeñó en la prensa de entonces, tan distinto al actual, casi esporádico. Un tema fragoso pero que no obliga necesariamente a la nostalgia.

Cada época escribe su historia con medios propios. Hubo cronistas en las Indias Occidentales que mezclaban la conquista y evangelización con trompetas, pífanos y «atambores»; filósofos, literatos, matemáticos y polemistas gobernaron la opinión en la dieciochesca Francia de los «Bouffons»; buenos literatos como Hoffman o Bernard Shaw dieron sentido a parte importante del gusto musical en el siglo XIX… en la España de la posguerra, completando más de medio siglo de oficio, Fernández-Cid llegó a ser el gran narrador de la actualidad musical. El crítico entendido como agitador, defensor de lo propio, sancionador, guía de tendencias y afinidades. No hay testimonio que niegue este mérito con origen en una afición inquebrantable y una memoria musical extraordinaria. Sorozábal, poco dado a los elogios, lo cuenta en sus memorias recordando su olvidado «El alguacil Rebolledo»: «Este número mío lo estrené antes de la guerra, no lo conoce nadie, solamente una persona sería capaz de recordarlo, Antonio Fernández-Cid».