LA MADUREZ DE HERREWEGHE

Dentro de un mes Herreweghe cumplirá 68 años. Lleva desde los 18  dirigiendo música de Bach, cuyas obras corales ha llevado al disco, y en algún caso en más de una ocasión. Pero en la última década ha dejado de ser un `especialista´ y ha recalado en autores como Stravinsky, Brahms, Mahler o Beethoven. Supongo yo que no se trata de que canse hacer música de Bach año tras año; supongo que serán otras las razones que han inducido al director belga a cambiar de rumbo: ha grabado ciento y pico cantatas de Bach, pero dice que no le interesa completar la integral; Mahler o Beethoven le motivan ahora más, aunque cada vez que regresa al maestro –se lo he escuchado en La Dársena, el espléndido programa de Jesús Trujillo en RNE- le sorprende y, sobre todo, le cuesta más, porque, dice, la espiritualidad de esta música es inagotable.

       Esta Pasión según San Juan, que Herreweghe está girando por Barcelona, Sevilla y Madrid, tiene un poco de acontecimiento –y por eso es muy recomendable-, por más de una razón. La primera, por poderla escuchar en concierto, pue ya se sabe que la dura competencia a la que es sometida por su hermana mayor, la basada en el evangelio de San Mateo, la convierte en segunda opción. Es ociosa la comparación con aquello que es incomparable, por lo que es mucho más inteligente olvidarse –momentáneamente- de la reina de las pasiones –de Bach o de quien sea- para fijarse en exclusiva en las inmensas bellezas que encierra esta, sin la menor duda, inagotables e irrepetibles.

     Y después hay otra razón, más para entendidos si se quiere: conocemos lo que hacía Herreweghe con esta obra hace tres lustros por su grabación de entonces. Pero no de lo que puede ser capaz de hacer con ella un director así en el momento de madurez en que se encuentra. Aquella versión nació al amparo de un movimiento sobre interpretaciones  ´auténticas´ ya muy consolidado, pero también es cierto que desde principios de los 2000 hasta ahora los que protagonizaron en primera persona todo aquello han ido cambiando, suavemente, pero con fundamento. Ya no se trata de hacer del sonido una cuestión de Estado, no de una búsqueda desesperada de una realidad que hoy ya reconocen sin ambages –como afirmó Brüggen poco antes de fallecer- absolutamente perdida. Ahora es la espiritualidad, es decir, los mecanismos emocionales que producen una conmoción en los sentimientos, lo que interesa más. Y no la técnica, sea esta o aquella, lo que les está motivando. Por esto hay una razón añadida de mucho peso para recomendar este concierto.

     Naturalmente, escucharemos esta Pasión al grupo con el que Herreweghe lleva trabajando casi medio siglo, y que él mismo fundó. Pero hay que hacer una observación: el director belga ejerce una voluminosa labor educativa, y eso le da muchas opciones para trabajar continuamente con gente joven. Es, pues, posible que el Collegium Vocale Gent que conocemos por discos pasados se parezca solo en espíritu al que escucharemos ahora. La renovación en el grupo es una constante. Pedro González Mira

BACH: Pasión según San Juan. Thomas Hobbs, Evangelista (tenor). Tobias Berndt,  Jesús (barítono). Peter Kooij, Pilatos (bajo). Matthias Lutze, Pedro. Griet de Geyter, Ancilla. Stephan Gähler, Siervo. Grace Davidson, soprano. Damien Guillén, contratenor.Robin Tritschler, tenor. Domingo 27, 19.00. Sala sinfónica.  Entre 15 y 40 €.