El día 24 de noviembre, en el Liceu, se montó un pollo. Justito unos minutos antes de empezar la esperadísima Semiramide un centenar de jovenes entró con pancartas, gritos y un pollo en la platea. Gritaron, se fumaron algún porro, pidieron que el Liceu fuera gratis y poca cosa más. La cosa terminó pronto gracias a la intervención de la ex diputada Balletbó, acostumbrada a bregar con bigotudos guardias civiles, ayer entre maternal y guerrera, como Semiramide, fue sacando a empujoncitos a algunos de los manifestantes. Ah, una cosa más, el pollo era de los del Prat. Un pollo con D. O. catalana. Como han de ser aqui las cosas.

La soprano Fiorenza Cedolins, que debutará en el Real con Luis Miller, está pensando seriamente en fijar su residencia en España, dada la cantidad de contratos que tiene aquí para el futuro y lo que le gusta el país.

Los fallos en el Palau de les Arts valenciano empiezan a tener sus víctimas. Calatrava, que naturalmente no puede ser culpable de nada, ha decidido prescindir de los expertos en sonido, la misma firma que se ocupó del Teatro Real o del del Escorial. También hay personal de gerencia que ha decidido irse. Entretanto los músicos de la inauguración ya han logrado cobrar los servicios prestados.