Queremos saber…

Buen momento político para aclarar cuantas cuestiones sobre el Palau de les Arts que aún no lo han sido suficientemente.

En diciembre se produjeron registros policiales en el teatro y en los domicilios de intendente y director general. Delante de ambas personas, imputadas, se recogieron discos duros y documentación. A Helga Schmidt le fue retirado el pasaporte y quedó con la obligación de presentarse cada dos semanas en una comisaría. Fue despedida y, a pesar de ello, permanece en Valencia. Han transcurrido ya cinco meses y apenas se ha avanzado.

Schmidt fue indemnizada con poco más de veinte mil euros tras quince años de trabajo. Cierto que era un contrato de alta dirección, pero ¿se ha contemplado el histórico de sus emolumentos o sólo los del último año tras su aceptada reducción de 180.000 a 68.000€?

El juez que instruyó los registros solicitó baja a los pocos días. Una nueva juez se hizo cargo del caso. ¿Es cierto que, al ver el expediente, declaró que

era un “follón” y que lo resolviese quien lo empezó cuando volviese y, en consecuencia, no ha movido un papel? ¿Es cierto que, abrumada, ha tenido que ser sustituida por otra nueva juez?

Entretanto han sido revisados documentación y discos duros. ¿Es cierto que no se ha encontrado nada por lo que la ex intendente pueda ser procesada penalmente? ¿Es cierto que, no sólo eso, sino que se han comprobado sus esfuerzos por reducir costes? ¿Es cierto que, con sorpresa, se ha comprobado que las actuaciones por las que fue imputada respondían a instrucciones de la Generalitat, de su consejera de cultura, aprobadas en comisiones ejecutivas?

Helga Schmidt, que se halla enferma de un avanzado cáncer, precisa un tratamiento que puede ser mejorado fuera de España. ¿Es cierto que el fiscal anticorrupción ha informado positivamente su salida de España? ¿Es cierto que el juzgado no decide y Schmidt necesitaría seguir firmando cada dos semanas en un consulado español y, de momento, no puede realizarlo en el de Milán o en la gendarmería más próxima a su domicilio?

La consejera Catalá contrató a Davide Livermore como intendente y director artístico y se ufanó de que costaría los mismos 68.000€ que Schmidt. ¿Es cierto que Livermore ha cobrado su sueldo estos meses sin estar en el Palau por hallarse en enero en Genova con “Tosca”, en abril con “Billy Budd” y en mayo con “Carmen”? ¿Es cierto que en julio y agosto irá a Roma para “Boheme” y en noviembre a Bérgamo para “Bodas de Fígaro? ¿Es cierto que, además de su sueldo, ha cobrado los regias de “Norma” y “Narciso” en el Palau? ¿Acaso no es cierto que la conjunción de los cargos de intendente y director artístico en una misma persona que es regista potencia peligros como los intercambios poco convenientes con otros teatros, el “tu me contratas a mí en el tuyo y yo te contrato a tí en el mío”?

¿Es cierto que, casi a escondidas, se han cambiado estatutos para que Livermore pueda compatibilizar estos trabajos y se ha firmado un nuevo contrato para cuando venza el que finaliza el 8 de junio? No estamos ante una mascletá. Esto es muy serio y precisa aclaraciones y soluciones. Gonzalo Alonso