¡Compre usted este disco!
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El pasado lunes tuvo lugar la presentación de un nuevo disco del Cuarteto Quiroga, esta vez acompañado por el pianista Javier Perianes; fue en el precioso teatro de la Escuela Superior de Canto de Madrid. El acto fue glosado por el compositor José Luis Turina, que contó al público asistente más de una muy sabrosas anécdotas relacionadas con su abuelo, Joaquín Turina, cuya música, junto a la de Enrique Granados, protagonizan el disco. Se extendió mucho con Turina y menos con Granados, algo que fue objeto de bromas al finalizar el acto con la también allí presente, Valentina Granados, bisnieta del leridano. Pero pequeñas anécdotas aparte, lo más interesante de la velada fue el breve concierto (sendos movimientos de las dos obras básicas del disco) que ofrecieron los Quiroga y Perianes, como aperitivo a la escucha de la grabación, un registro de Harmonia Mundi que saldrá a la venta el próximo día uno de noviembre.
¿Es noticia que los Quiroga y Perianes se asocien para hacer discos? Es noticia, y muy buena noticia, porque se trata del mejor pianista y la mejor agrupación de cuarteto de cuerda españoles de su generación; hay que recordar, a su vez, que esta recoge frutos de los mejores años que ha vivido la práctica de la música clásica en nuestro país. Se unen varios factores, pues.
Cuando todavía está fresco en nuestra memoria el magnífico disco anterior de los Quiroga con cuartetos de Brahms; y cuando aún nos emocionamos al pensar en la última grabación de Perianes con algunas Piezas líricas de Grieg, nos parece un lujo poder escucharlos juntos, compartiendo una seña común que es necesario recordar: son, todavía, artistas jóvenes; intérpretes que siguen creciendo hacia dentro y hacia fuera, es decir, haciéndose más grandes ante nuestros oídos, pero abordando su trabajo con la claridad que añade el hacerlo para ellos mismos, para un disfrute personal que viven con intensidad y transmiten, tanto en vivo como desde el estudio de grabación, a cuantos amamos la música. Pero con los dos discos que conozco del Quiroga me ha sucedido lo mismo al escuchar en vivo la música que contienen: me da la impresión de que en vivo todavía tocan mejor, algo que desde luego no es frecuente, y que suele suceder con grandes intérpretes y músicos que viven el concierto como una experiencia única. Y digo todavía, porque lo que se escucha en sus discos es del todo soberbio. Y exactamente lo mismo me sucede con Perianes. ¿Se puede ´sacar punta´ a esto? Se puede, por supuesto, y se debe, porque, con la que le está cayéndole a la Música en nuestro país, encontrar a gente que se tome las cosas tan en serio, que trabaje con tanto rigor, auténtico amor e interés por seguir creciendo, es muy de agradecer. Y de admirar.
Granados y Turina; los primer Granados y Turina . Pues sí, una combinación excelente para un disco. Y lógica, naturalmente. Pero para mí, no exenta de sorpresas.
Después de las ´muestras´ escuchadas en el concierto de presentación, ya noté algo extraño. Vi mucha solidez en la parte de la pieza de Granados, pero sentí menos interés por ella que el percibido al escuchar la correspondiente de Turina. Un mundo al revés para mi cuadriculada enciclopedia cerebral, que siempre me dictó que Granados fue mejor músico que Turina. Pues es lo que hay, y que José Luis Turina, a lo mejor sin quererlo, justificó indirectamente en su pequeña charla al descubrirnos que, por consejo de Albéniz, Turina cerró la línea abierta con su Quinteto op.1.: me ha gustado más y me ha parecido más interesante este que el Op.49 de Granados, esta sí una pieza de una juventud bastante identificable, frente a la originalidad y unicidad de la de Turina, que por otro lado se muestra más fantástico e imaginativo que en buena parte de su más conocida Obra . En fin, no me hagan mucho caso, no son más que impresiones personales.
Las interpretaciones en el disco son sencillamente extraordinarias. El vuelo del cuarteto y el pianista, a veces sin motor, discurre sobre líneas perfectamente paralelas; el entendimiento y la complicidad es total, y la entrega de los cinco músicos a la causa es auténticamente admirable. Son músicas estas de alguna manera entregadas al imperante afrancesamiento que circunstancialmente las rodea, pero de vez en cuando se desvanece el fuerte perfume debussyta para aparecer el músculo schumanniano, lugar en el que confluyen las fuerzas de todos con un esplendor que solo ´lo joven´ es capaz de transmitir. El Quiroga y Perianes consiguen algo que se ha de dar mucho en la interpretación de músicas juveniles de grandes compositores, pero no suele darse: encontrar una especie de madurez anunciada; por ejemplo, la que se da en las primeras obras de Brahms, y que pocos se atreven a anunciar mediante interpretaciones hacia el futuro. Aquí sucede eso con las versiones de estos dos quintetos, prodigiosamente juveniles pero perfectamente cuajadas. El disco se completa con la última de las nueve piezas de Las musas de Andalucía op.93 de Turina, quizá también una rareza dentro del estilo consolidado de Joaquín Turina.
Solo me resta decir algo. Grabar un disco hoy supone un gran esfuerzo. O los pocos que seguimos comprando discos no dejamos de hacerlo o en breve empezaremos a perder ocasiones de oro; comenzaremos a perder nuevas, distintas y apasionantes ocasiones de acercarnos y conocer determinadas músicas. Particularmente las que nunca se programan en los conciertos, que, como sabemos, son multitud. O sea, compre usted el disco. Pedro González Mira.
GRANADOS: Quinteto op.49. J. TURINA: Quinteto op.1. Caliope, de Las musas de Andalucía. Javier Perianes, piano. Cuarteto Quiroga. Harmonia Mundi, HMC902226
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