Estimado Beckmesser:

Le escribo de nuevo ante lo que puede considerarse inaudito, y que desde luego incurre en discriminación al colectivo de desempleados que por desgracia sufrimos esta condición en este país.

Han sido ya varias las veces en las que me he quedado sin entrada para asistir a los conciertos de la Orquesta Nacional, y no porque tenga inconveniente en esperar cola en la taquilla de la entrada una hora antes del concierto, sino por el hecho de que en estas ocasiones estaban las entradas vendidas de antemano. Lo gracioso es que podía ver en el servidor web de venta de entradas del INAEM como quedaban entradas durante los días anteriores, y como este servidor indicaba la posibilidad del descuento del 50% a los desempleados.  

Ahora ya han corregido este aspecto por lo cual no se hace referencia a los desempleados dentro de la opción “descuento”, referida con el lacónico mensaje: 

Si es usted beneficiario de los descuentos que se aplican desde este canal de venta, no se olvide de pulsar en el desplegable ‘Descuento’.

Y por mucho que se pulse, no sale desplegable alguno imposibilitando la compra de entradas a precio reducido por internet sea cual sea el descuento aplicable, lo cual exige un traslado previo a las taquillas del auditorio y realizar el conveniente desplazamiento con el gasto correspondiente… ¿Dónde queda el ahorro debido al descuento entonces si he de ir dos veces al auditorio, esto es, a comprar la entrada y al concierto? ¿Por qué no puedo comprar la entrada por vía telemática con la opción por descuento, y cualquier otro asalariado si puede comprarlas sin descuento? Quizás cabría recordarles a los señores del INAEM que ser desempleado no es una opción elegida, sino una condición de la que muchos luchamos por salir, y que mientras intentamos mejorar nuestras vidas, no dejamos de ser contribuyentes. Es por ello por lo que no debe confundirse un derecho, el del acceso a las manifestaciones culturales que pagamos entre todos los españoles, con la “gentileza” de solo permitir la compra de entradas en taquilla, cercenando la libertad de movimientos de los aficionados en situación de desempleo.

JL