En febrero y marzo de este año se representó en Cagliari la conocida producción sevillana de “El barbero de Sevilla”. Tanto gustó el espectáculo, con escenografía de la reconocida pintora sevillana Carmen Laffón, vestuario de Ana María Abascal e iluminación de Vinicio Cheli, que una importante empresa audiovisual se ofreció para grabar en DVD el espectáculo. Se llegó a un acuerdo sobre los derechos de imagen con todos los participantes y cuando sólo faltaba la autorización del Teatro de la Maestranza, ¿qué pasó? Que, al parecer, se negaron. Cualquier teatro de provincias (y el Maestranza lo es ahora más que nunca) se daría con un canto en los dientes por que una de sus producciones tuviese la difusión internacional que la propuesta suponía. Pero claro, en los créditos de la producción tendría que aparecer, como responsable de la dirección escénica, el nombre de José Luis Castro, el anterior director del Maestranza: demasiado para la nueva dirección del desventurado teatro sevillano, empeñada en borrar de la memoria colectiva todo el pasado anterior a la llegada de Pedro Halffter. Menos mal que están las hemerotecas para impedirlo.

Por cierto, que en sintonía con lo que viene siendo habitual en la esta temporada sevillana, ha cancelado la protagonista de “Lulú”, la más firme apuesta de Halffter para este año. ¿Será verdad que están teniendo problemas para encontrar sustituta a veinte días vista?