Temporada de la RTVE

Estreno de Gómez-Martínez

Obras de Ravel, Gómez Martínez y Berlioz. Lionel Morales, piano. Orquesta de la RTVE. Miguel Ángel Gómez-Martínez, director. Teatro Monumental. Madrid, 24 de marzo de 2017.

La vida juega a veces malas pasadas y tengo que empezar esta crítica por una de ellas. Paloma Gómez Borrero tenía gran ilusión por asistir al concierto de su amigo y admirado director Miguel Ángel Gómez-Martínez. Había pedido entradas para el viernes, el segundo de los conciertos, esperando estar más recuperada de su enfermedad e iba a acudir acompañada de su médico. A la misma hora que empezaba la “Alborada del gracioso” fallecía Paloma, una grandísima profesional y aún más grandísima persona a quien vamos a echar mucho de menos por su humanidad, sus conocimientos, su entusiasmo y amenidad en contarlos. ¡Un beso y descansa en esa paz que tienes bien merecida!

Tenía sentido empezar el concierto con la breve obra de Ravel, ya que el primer concierto para piano y orquesta de Gómez-Martínez bebe en parte de este compositor, como bebe también de Rachmaninoff e incluso de algunos compositores de bandas sonoras o jazz. Sus casi cuarenta minutos en tres movimientos –“allegro”, “lento”, “tranquilo”- con plantilla usual de maderas a dos se hallan muy bien construidos, con mucho detalle en la orquestación y con ideas originales, como la tuba iniciando el segundo movimiento. Lenguaje actual, pero lejano a los caminos de vanguardia sin salida de cara al público que ha emprendido la composición musical, retomando tonalmente melodía, armonía y ritmo en ideas ecléticas. La partitura de piano reúne virtuosismo, con una importante cadencia en el primer tiempo, quizá el más logrado de la obra. El concierto fue escrito por idea de Lionel Morales, pero al final le ha quedado un poco grande, pues precisa mayores potencia y claridad en la articulación de las que exhibió el solista, a veces apagado por la orquesta y no siempre limpio en las escalas. Pocos saben que el titular de la RTVE tiene compuestas más de veinte obras, entre ellas sinfonías y conciertos para violín o violonchelo, aunque varias de ellas estén aún pendientes de estreno. De hecho el concierto para piano data de 2012. Tuvo una calurosa acogida del público que obligó a una propina del solista.

En la segunda parte una magnífica lectura de la “Fantástica” de Berlioz, con una arquitectura bien entendida y desarrollada, una cuidada diferenciación de los planos sonoros y una muy eficaz prestación de la orquesta. Muy bien llevado el baile y rotundos los dos movimientos finales. Éxito total. Gonzalo Alonso