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Por Publicado el: 23/06/2006Categorías: Artículos de Gonzalo Alonso

Melómano

La música ocupa un espacio en nuestra sociedad muy superior al que ocupaba. La afición ha crecido gracias a los conservatorios oficiales, las escuelas privadas, la red de auditorios, cds y dvds, internet y otros factores, entre los que no puede olvidarse la moda que ha supuesto el patrocinio musical como una vía aparentemente fácil de emplear los fondos disponibles para actividades culturales. El hecho es que ese aumento de presencia origina también unas mayores necesidades de información. La lista de revistas especializadas españolas es muy amplia, quizá demasiado: la decana “Ritmo” y la polivalente “Scherzo”, “Ópera Actual”, “Cd compact”, “Amadeus” o “Melómano”. ¿Existe realmente espacio para tanta publicación? El tiempo va cribando
Luchan frente a una situación económica adversa. Si bien las suscripciones suelen ser un factor de estabilidad, no todas gozan del mismo porcentaje en su “mix” comercial. La distribución en quioscos, además de reducir cuantiosamente los márgenes, no acaba de estar resuelta en muchos casos. Las aportaciones económicas del Ministerio de Cultura, a cambio de un cierto número de ejemplares para su distribución en centros oficiales, se encuentran sometidas a revisión a causa de los recortes presupuestarios. El papel es cada día más caro. Las crecientes exigencias de los lectores en cuanto a presentación, maquetación y colorido encarecen los costes. Los colaboradores han abandonado ya la filantropía del aficionado… En definitiva, muchos factores en contra para tanta competencia. Algunas de ellas han diversificado el negocio y otras andan en vías de ello, pero los cambios políticos han alterado algunas de las líneas desarrolladas. A todo ello se añade su problemática independencia. Si su reducido número de lectores -entre cinco y diez mil- no garantizan por sí solo su vida, es obvio que la dependencia económica de las casas discográficas y de organismos oficiales limitan y condicionan su libertad de expresión. Imaginación y esfuerzo son imprescindibles. Hoy felicito a “Melómanos”, una superviviente, en su décimo cumpleaños.

Gonzalo Alonso

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